Sus extravagantes y multicolores corbatas. Su buen humor. Su sonrisa bonachona. 800 canciones grabadas y 400 de su autoría. Con estos trazos pintados a fuego, a lo largo de su extensa trayectoria, el fallecido Luis Aguilé quedará en la memoria de más de un setentón que bailó al ritmo de sus creaciones y también de aquellos sanjuaninos que tuvieron su oportunidad de verlo "en vivo y en directo" en sus desembarcos a la provincia -los últimos dos fueron en noviembre de 1997 cuando presentó la zarzuela Alegrías de España en el Teatro Sarmiento y en junio de 2005 al arribar con la revista musical España canta, ríe y baila"-.
La voz de un clásico como "El Laburante" que se rindió a los pies de La Chiqui con la canción "Señora Mirtha Legrand", falleció ayer a los 73 años en un hospital de Madrid y sus restos serán inhumados este miércoles en el cementerio madrileño de Fuencarral, según su representante Víctor Saboya.
Polifacético y alegre. Reconocido por esa particular dicción que le convirtió en uno de los personajes más parodiado de la época. "Elegante y clásico", como más le gustaba definirse.
Nacido en Buenos Aires el 24 de febrero de 1936, bajo el nombre Luis María Aguilera Picca, fue uno de los artistas más conocidos en España durante los ’60 y ’70, gracias a su habilidad para convertir vivencias personales en auténticos éxitos veraniegos como "Juanita Banana", "La Chatunga", "Es una lata el trabajar" o "Cuando salí de Cuba".
Aunque llevaba 5 años trabajando en radio, sus inicios fueron en 1956 en el concurso de televisión Music-Hall.
Su primer contrato profesional lo consiguió a los 15 años en la Maison Doré, un lujoso salón de fiestas porteño. Y grabó su primer disco el mismo año que un mito del rock and roll como Elvis Presley lo hacía en Estados Unidos. Aunque, él prefirió seguir el camino de las baladas.
Un ídolo
Cuando ya era famoso en toda América Latina, en 1963, se instaló en España, donde recibió la nacionalidad en 1990.
Sus aliados fueron los programas de TV de los ’60. Allí fue donde se destacó, tanto por sus hits como por su personal estilo.
Su canción más popular fue sin duda "Cuando salí de Cuba", una "denuncia contra la dictadura castrista", según el propio Aguilé, de la que se llegaron a vender 4 millones de copias y que fue traducida a 19 idiomas.
Ejerció labores de actor y presentador de TV, sin descartar su faceta de escritor.
Y, gracias a su éxito, hacia 1968, creó su propio sello discográfico y comenzó a incursionar en la producción de comedias musicales.
Al cine accedió en dos oportunidades, con los films "La chacota" (1963) y "Soy tu aventura" (2003), donde compartió protagónico con Diego Capusotto y Luis Luque en una comedia en que se interpretó a sí mismo como víctima de un accidentado secuestro.
Para completar el derrotero no pueden obviarse sus posicionamientos políticos en torno a la última dictadura militar: "¿Sabemos de verdad cuántos desaparecidos hubo?. Siempre se tira una cifra, pero ¿sabemos si hubo tipos que se borraron, que se fueron a otros países?", dijo a Clarín en 2007).
A causa de un mortífero cáncer, por el que debió ser operado del estómago, Aguilé partió sin ver estrenados sus tres últimos proyectos: la zarzuela "Viva Madrid"; "Grandes éxitos de Broadway"; y un homenaje al autor del Martín Fierro, José Hernández, un legado artístico que quería dejar a su querida Argentina. (Efe, Télam y material de archivo de DIARIO DE CUYO)

