Es la figura estelar de Valientes, el actual tanque de Canal 13 que se ha convertido en el imbatible de la TV nocturna. A sus sesenta y tantos a cuestas, Arnaldo André vive el éxito con la tranquilidad que dan la experiencia y los años.

La rutina de las grabaciones, su personaje, sus históricos cachetazos de novela y su famoso "bah bah bah…" que ya circula a través de la red social Facebook con más de 1.000 fans. Estos son algunos de los temas en los que es inevitable caer con el astro paraguayo que dialogó con DIARIO DE CUYO, haciendo un paréntesis en las grabaciones, que habitualmente le demandan 10 horas de trabajo.

Parece inalcanzable. Su fama de galán en una decena de culebrones y varias tiras argentinas, intimidan. Sin embargo, detrás de su voz grave, se encuentra el artista a la vieja escuela y sin divismos, que conoce muy bien el paño.

– Valientes es todo un éxito

– Estamos tan conformes con nuestro trabajo y los personajes, que tratamos que cada jornada sea realmente un momento de relajación. Estoy muy, muy contento.

– ¿Esa química que existe en el elenco influye en el éxito de la tira?

– Debe ser. Para mí lo fundamental es poder tener un buen libro, que lo tenemos; y que los directores hayan elegido un elenco que responda a la asignación de los papeles. Además del esfuerzo y las ganas que ponen los técnicos y directivos en estas diez horas de grabaciones diarias.

– Entre escena y escena, ¿hay tiempo para la distención?

– Sí, nos reimos, charlamos; pero también pasamos letra, nos concentramos mucho.

– ¿Qué es lo que primero le atrajo cuando recibió la propuesta?. ¿El personaje o la historia?

– Me atrajo más la historia. Cuando Marcos Carnevale me empezó a contar de qué se trataba, el argumento me recordó a las novelas tradicionales. Y creo que cuando leí el primer libro estaba todo eso, pero además había un tratamiento mucho más ágil con escenas más fluidas y cortas.

– ¿Qué condimentos le recuerdan a esas novelas a las que se refiere?

– La buena mezcla del amor con la traición y la venganza, el humor, los triángulos amorosos…

– ¿Y qué le atrae de Laureano?

– Mi personaje tiene una fuerza que me resulta muy atractiva; al igual que su dualidad. Por un lado, es totalmente corrupto y sin escrúpulos; y por otro lado, tiene una relación muy especial con su familia, con sus hijas Juana e Isabel.

– Y un gran amor hacia Argentina Varela, el personaje que encarna Betiana Blum.

– Exactamente (risas).

– ¿Cuándo se va a enterar que Alma, la hija de Argentina, es también hija suya?

– Ni idea (risas). Trabajamos por día. La gente por ahí no sabe que recibimos el guión apenas una semana antes que el público.

– Laureano le permite despojarse del estereotipo de galán. ¿Tenía ganas de enfrentar el desafío?

– ¡Imaginesé!. Quería salirme de cualquier manera. Llega a cansar, son muchos años haciendo lo mismo y bueno, ya estaba esperando una oportunidad así.

– ¿Qué es lo más agotador para un galán?. ¿Estar siempre en pose?

– No es ello solamente. Es más porque las situaciones que hay que encarnar en la televisión que, de pronto, son un poco parecidas o son las mismas. No hay rupturas en cuanto al carácter del personaje, tampoco hay quiebres.

– Es uno de los actores que más cachetadas ha dado en TV. En Valientes, su víctima fue Marita Ballesteros, su esposa en la ficción.

– De vez en cuando doy cachetadas, como para no perder la costumbre (risas).

– ¿En algún momento se van a revertir los papeles?. En Valientes, hay varias mujeres que esperan su turno.

– Creo que no van a tener esa oportunidad eh…

– Su "bah, bah, bah…" ya es famoso y tiene su propio espacio en el Facebook.

– ¡Ahh…sí!. ¡Me contaron!. Hasta algunos chicos lo hacen en las escuelas y también a las madres les dicen "bah, bah, bah".

– ¿Es una muletilla de Arnaldo André?

– Salió de casualidad. No estaba en el libro ni nada. Un día, en una cena, hacíamos un ensayo y lo dije, después lo repetí una vez más y eso bastó para que hasta me lo escriban como parte de mis parlamentos.