Regresa uno de los artistas nacionales que más hace reír con sus alocadas caracterizaciones de personajes de la farándula, la política y la cultura argentinas. El reconocido humorista Miguel Ángel Cherutti viene a San Juan con su unipersonal "Inimitable 2".
En este espectáculo, desarrolla monólogos, recrea personajes de actualidad y realiza imitaciones de cantantes internacionales, sin dejar de lado la interpretación de tangos. El capocómico habló con DIARIO DE CUYO previo al show en Renatto.
– Para tener en cuenta, arranqué profesionalmente en el año 82. El recuerdo más hermoso que tuve fue entrar en la televisión haciendo La Peluquería de Don Mateo con Gerardo Sofovich. Pero el puntapié inicial que me marcó fue justamente San Juan. Aquí comencé haciendo funciones para el Casino. Y recuerdo que hacía personajes como Sergio Denis, Sandro y tantos otros, pero detrás de cada imitación hay un porqué: los elijo por una cuestión generacional. El primer trabajo que hice aquí, no me conocía absolutamente nadie. Sólo tuve 20 personas que me vieron. A los tres meses me contrataron para actuar en el Hotel Nogaró (hoy Gran Hotel Provincial) y se dio la casualidad que llené dos cenas shows fantásticas y en ese tiempo ya empezaba hacer televisión con Gerardo. Todo eso fue como subir a la primera de Boca o del Barcelona.
– En aquel tiempo, yo trabajaba de manera muy artesanal. Había que rebuscarla para poder imitar a un personaje en particular. Creo que lo que adquirí fue también por un don natural. Quizás todo lo bien que me hizo esta profesión fue porque tomé las decisiones acertadas, supe elegir mis rutinas y supe aprender de figuras importantes como Jorge Porcel, Juan Carlos Calabró, Juan Carlos Altavista, Javier Portales. Toda esa gente me inculcó una forma de laburar muy responsable. Pero para subsistir, bueno el derecho de piso lo pagué y fue duro.
– La televisión ha reducido el espacio para el humor. Hay mucho reality, pero faltan buenas producciones. En "Tu cara me suena" mientras pueda seguir haré lo que pueda. Me encanta este formato, estoy como coach, como jurado y detrás de cámara. Gracias que Telefe trabaja mucho para la familia y está bueno eso, no me desgasta, no me absorbe mucho tiempo.
– En lo personal es un tipo excelente, somos una pareja de artistas que nos complementamos mucho. Tenemos una linda amistad. Logramos muchos éxitos con revistas taquilleras desde 1995 y esta vuelta con él la tomo con mucho entusiasmo. Estamos armando el grupo de este nuevo espectáculo, se sumarán unos 10 bailarines. Firmó contrato Ayelén Paleo, una piba interesante y muy buena bailarina. La idea con Nito es volver a la fuente. Queremos que la obra sea vistosa, que tenga humor, buen vestuario, lindas mujeres y que sobresalte no tanto los efectos especiales, sino el talento artístico arriba del escenario.
– No alejamos durante 7 años. Tuvimos fuertes diferencias a partir del 2003, que hicimos juntos "Robó, huyó y lo votaron". Fue tremendo show, pero después nos distanciamos. Con el asunto del corralito y los ahorristas, se metió de lleno en su vocación política. Me disgustó sabiendo que estábamos en el momento más importante de nuestras carreras y temía que iba a tirar todo por la borda por la política. Me di cuenta con el tiempo que era una estupidez negarse. Nos cruzamos en muchas oportunidades, él con su compañía y yo con la mía, competíamos los dos todos los veranos. Hasta que Daniel Comba nos convocó junto a Estela Raval, Adabel Guerrero, Flavio Mendoza y muchos otros a una revista en Carlos Paz. Luego de ese éxito, fuimos chanchos amigos de nuevo. En el fondo fue una pavada pelearnos.
– Él es senador de su provincia, hace lo suyo y me parece estupendo que lo haga, mientras no descuide el escenario. Eso sí, tengo dos grandes diferencias: él es radical, yo peronista; él es de River, yo soy de Boca. (Risas) Nito mantiene el perfil bajo, pero convivir no es fácil, porque justo hoy lo necesito para reunirme con él y definir cuestiones sobre la próxima revista, hay que ensayar y está instalado en Corrientes trabajando para las elecciones del 25 de octubre. Esas son las cosas jodidas que tiene la política con lo artístico. Pero soy una persona que cubre sus espaldas. Soy su amigo y entiendo su posición. Hasta el 25 lo tengo perdido, pero después de los comicios yo sé que se pondrá las pilas. Con Nito somos un matrimonio, yo paso a ser la esposa. Cuando nos juntamos, somos pólvora y dinamita. A la gente le gusta vernos juntos en el escenario.

