El Cordobazo y la Masacre de Trelew unidos a través de la figura de Agustín Tosco, el mítico sindicalista que supo ser líder de Luz y Fuerza en los años 70 son los pilares de Tosco, la pieza teatral que creó Alejandro Finzi y que se estrenó el 5 de noviembre del año pasado, cuando se cumplieron 40 años de la muerte del dirigente, con la actuación de Daniel Dibiase y Cristian Thorsen, bajo la dirección de Sebastián Berenguer
‘De chico mi papá me hablaba de Tosco, sin saber muy bien de qué se trataba; yo admiraba esa persona dentro de un overol. Mi padre, que era peronista, me decía: ‘mirá este tipo, no es peronista; pero es honesto, cabal, es un trabajador’. Con el tiempo uno va conociendo, se va involucrando, desde la profesión y también porque tengo una postura ideológica concreta, y cuando me propusieron la obra inmediatamente dije que sí, sin leerla’, relató a DIARIO DE CUYO Dibiase, que el sábado se presentará en San Juan en la Sala Z (ver aparte).
‘Componer a Tosco fue un desafío. Tuve la suerte de viajar al exterior y en el interior haciendo personajes clásicos como Otelo, feliz de haberlos hecho, pero este caso fue muy fuerte porque Tosco es un personaje contemporáneo’, apunta el artista que destaca que la obra tiene una parte documental que sirve para mostrar a los más jóvenes quién fue Tosco.
La historia de la obra transcurre en el penal de Rawson el 15 de agosto de 1972 y vincula ambos momentos a través de un encuentro entre el líder sindical y un bichito de luz cordobés (Cristian Thorsen) que viaja cruzando el país para verlo y pedirle consejo sobre cómo armar una asamblea. Un giro que para Dibiase es casi de realismo mágico.
El actor contó que se preparó mucho para interpretar al líder sindical. ‘Leí y releí material de Agustín (Tosco) a través de Internet, sobre todo Youtube, ver su gestualidad; no hago una imitación, pero sí traté de entender su lógica y su humanidad. Y fue una de las cosas más difíciles porque como casi todo el mundo opina, Agustín es un prócer, un faro con el que la gente se identifica. En ese sentido su legado como sindicalista es impresionante’, explicó Dibiase.
‘Todos los que lo conocieron, con quienes hablé, me dijeron de su calidad humana. A su vez, tenía la dificultad de encarar un personaje tan humano, aunque parezca un contrasentido’, dice el actor que además destaca que tiene en su propia historia puntos de contacto con el mítico personaje. ‘Como él, soy electrotécnico, me crié en el campo como él’, apunta.
‘También tenía un gran susto, porque la admiración o te libera o te ata. Yo por momentos me sentí muy atado en la creación, porque decía ‘¿cómo hago este muñeco, al que no le llego ni a los talones?’. Yo siempre he tenido una postura determinada, hice Teatro por la Identidad… pero encararlo a Agustín, humanizarlo, no quería caer en la estatua de mármol y ese fue el mayor desafío’, dice. ‘Como me dijo Zito Lema, que lo conoció mucho: ‘Vos hacé, poné lo tuyo’. Eso me dio mucha más tranquilidad. La obra tiene un relato discursivo y épico, a su vez tiene casi realismo mágico, la existencia del bicho de luz hace que el personaje tome un carácter humano y tierno’.
¿Existen figuras con ideales tan marcados?, fue la pregunta y el actor consideró que ‘nadie puede reemplazar a otro, sobre todo en el caso de Tosco que sería más complejo aún, porque era de una profundidad intelectual apabullante, no hay figura política o sindical que se le parezca, que no quita que haya personas comprometidas, que no salen en las tapas de los diarios, que por su estandar de vida vos decís este tipo no metió la mano nunca en ningún lado. Pero esa dirigencia del 60 es difícil que se repita’, sentenció Dibiase, que además resalta que los textos de Finzi, ‘que si bien fueron escritos hace 5 años, hoy tienen un vigencia inconmensurable’, por el panorama político que se vive.
A Dibiase este tipo de teatro como Tosco le da satisfacción. Yo soy más de decir que no a los proyectos, que lo que digo que sí. Cuido lo que elijo, y vivo de esto, muchas veces he dicho que no a costa de pasarla mal económicamente. Vengo haciendo hace mucho obras de contenido político. Todo tiene un contexto político, aún los clásicos. Nunca me terminó de convencer este teatro de los 90, esta cosa no ideológica, yo creo que todo se da porque hay un contexto político, económico y social que hace que el comportamiento humano se vaya modificando, aunque cuentes una comedia’.
En una mirada a la producción teatral en general, en la que proliferan las comedias livianas, Dibiase cree que se puede buscar un equilibrio. ‘No estoy en la vereda opuesta, es gente que labura y lo hace bien, y no deja de ser un entretenimiento, yo creo que el arte, el teatro en sí, es un entretenimiento, pero yo profundizaría en que sea un entretenimiento que también permita reflexionar’, finalizó.

