Saliendo de una bronquitis que acentúa ese hablar que la caracteriza, Graciela Borges regresa hoy a San Juan como figura estelar de la apertura del Festival Internacional Unasur Cine, que comienza hoy en el Centro Cívico (ver aparte).
Nacida el 10 de junio de 1941, bautizada como Graciela Noemí Zabala y madre de Juan Cruz Bordeu (quien le dio su primera nieta), en 2006 fue distinguida por la revista francesa Vogue como "la gran actriz del cine argentino". Pero no sólo se destacó en cine, con más de 40 films; sino también en TV, donde hizo series como Alta Comedia. Glamorosa y delicada, antes de su arribo, dialogó con DIARIO DE CUYO, en una charla que incluyó temas tan variados como sus proyectos, su historia con Paul McCartney, su relación con Leonardo Favio y hasta el romance de Tinelli y Guillermina Valdez.
– ¿Qué le atrae de San Juan?
– La conozco, es una ciudad preciosa. Caminé mucho las calles de San Juan, hice teatro y estrené películas. Las últimas veces que fui, fue para presentar Cartas de amor y después de visita, con un banquero y su mujer muy amigos míos y de quienes prefiero no decir sus nombres, pero de esto harán 6 o 7 años…
– ¿Cómo hizo para pasar inadvertida esa vez?
– Es que yo soy muy tranquila…
– Pero no pudo evitar quedar en el medio del noviazgo de Tinelli y Valdez…
– Fuimos a comer con Guillermina y ahí nos sacaron fotos. No tenía idea de nada, la conozco a través de la familia Ortega porque fue esposa de Sebastián y es la madre de sus hijos, además, quiero mucho a Evangelina. Pero soy muy prudente, no me meto en cosas de los demás, porque después uno sale herido.
– Cómo no preguntarle por su amistad con el entrañable Juan Alberto Badía…
– Me dejó desolada, lo quise con el alma y estuve ahí, en el momento que se abrieron las puertas de la luz, lo tuve de mi mano. La vida es tan corta que, en algún momento, alguien se adelanta.
– ¿Badía fue el "lengualarga", como dice usted, que ventiló su relación con Paul McCartney?
– Sí, casi lo mato… Nadie se hubiese enterado si no hubiera sido por él, salió en todos lados (risas).
– ¿Qué recuerdos guarda del ex Beatles?
– Fue hace mil años, todavía no estaba casada, fue en el "66. Era muy chica, me da mucho placer recordarlo, pero creo que ninguno de los dos nos acordaríamos de eso si no fuésemos gente conocida… pero fue muy amoroso, en un Londres que era fabuloso.
– ¿En qué contexto fue?
– Yo me quedé ahí después de filmar El Rey en Londres con Palito Ortega y, fui como tres o cuatro veces más, nada más que eso.
– ¿Y vivió un romance con Leonardo Favio?
– Tuve un amor impresionante con él, como amiga, románticamente nunca tuvimos nada, fue mi compañero de camino. Estamos esperando que se ponga fuerte porque está escribiendo un libro para mí, El mantel de hule. Es el mejor, el más sabio.
– Hoy, los amores y escándalos ponen a los artistas en el candelero. ¿Antes era así también?
– No, y yo tampoco fui así. Hay una parte rica y poderosa de la privacidad de uno que debe ser mantenida. Ahora, hay mucha exposición, que cada uno haga lo que quiera, pero no me parece procedente.
– Moria Casán dice que la TV es su terapia y Carmen Barbieri hace el duelo de su divorcio en la pantalla…
– Es que hay gran diferencia entre los que hacemos cine y TV, ojo que no hablo de los serios actores que hacen ficción televisiva, sino de los que se exponen en programas que son para exponerse; y me imagino que eso le gusta a la gente, porque lo sigue.
– ¿Usted tiene proyectos en la TV?
– Uno con Universal Views, se llama Hollywood small, es como una road movie. Se va a ver en 56 países.
– ¿Y en Argentina?
– No tengo idea, con lo de Universal estaré ocupada dos meses. Después, tengo pensado un espectáculo con Rita Cortese y luego, empezaré a rodar una película sobre una mujer que se va al mar, con elenco argentino.
– ¿Cómo define esta etapa que está atravesando?
– Maravillosa, llena de luz y también de aceptación, como primer precepto espiritual. Llena de alegría por lo que recibo y las cosas que no son demasiado buenas, se transmutan.

