Pudo despegarse de papá Calabró y construir su propia personalidad artística. Demostró que con disciplina y perseverancia -y también ángel- el sueño de triunfo destierra limitaciones. El cariño espontáneo de la gente, la transformó en un fenómeno popular, también criticado. Dice que no duerme de tanto trabajo, pero que está feliz con su presente laboral: entrena para el concurso de comedias musicales de ShowMatch -que debuta mañana- y analiza la temporada de verano (Cherutti, Barbieri, Artaza y Daniel Comba la quieren incluirla en sus filas). Se muestra con cintura mediática cuando la prensa o sus pares intentan destrozarla -Valeria Lynch dijo que "bastardeaba" su profesión- y asegura que para sustentar sus 26 años trayectoria tiene con qué. A punto de estrenar "Yo soy Iliana", su nuevo disco y charló en exclusiva con DIARIO DE CUYO. Simpática y extrovertida, habló de su espléndido presente laboral, de Rossi, de su mea-culpa artístico y del ataque de Valeria con quien volverá a cruzarse en el ciclo de Tinelli.

Estás en el ojo de la tormenta

– (risas) ¡No!, estoy de aquí para allá porque tengo mucho trabajo. Casi no duermo por las noches, pero aclaro de antemano que no es por Valeria Lynch. Ella no me quita el sueño.

¿Te dolieron sus declaraciones?

– Sí, porque me parece una falta de respeto. Hace 26 años que trabajo en este medio y algo de talento debo tener para poder permanecer. Creo que desde la docencia, lo peor que podés hacer es descalificar a un alumno. Yo no soy su alumna, pero las críticas de Valeria Lynch son destructivas, no me parecen constructivas.

– ¿Te inscribirías en su escuela para terminar con esta guerra?

– (risas) Alguien que te dice que no podés cantar ¿Qué te puede enseñar?. En la vida todo es posible, y yo demostré que con sacrificio, los sueños se pueden cumplir.

– Bueno, estás por sacar otro disco

– Sí, con canciones divertidas y mucho ritmo. Se titulará "Yo soy Iliana" y es mi agradecimiento al público, porque yo no elegí ser cantante, la gente me puso en este lugar y valora mis ganas de crecer.

– Tu carrera es camaleónica. Cantante, actriz, vedette, conductora de TV…

– Sí, pasé por distintas expresiones que me enriquecieron mucho a nivel profesional y personal. Y no reniego para nada mi etapa de gran exhibicionismo como vedette.

– ¿Tampoco del aquel beso lésbico con Cirio?

– Para nada. La idea fue mía, porque el lesbianismo se vive en la sociedad y es algo que se tapa. Fue una manera de blanquear eso y generó polémica porque siempre el tema fue tratado por hombres y no por mujeres.

– ¿Y qué dijo Rossi?

– Nada, me conoce y sabe cómo es esto…

– Hace 21 años que estás a su lado…

– (Risas) No sé qué embrujo me hizo, pero el amor sigue firme. Creo que tiene que ver con los proyectos de vida que formamos, la familia que construimos y el dialogo fluido que tenemos como pareja. Rossi es peligrosamente necesario, porque uno a la larga se hace dependiente. Cuando nos alejamos por trabajo, nos extrañamos mucho.

– Volviendo al trabajo ¿Qué balance hacés de tu experiencia como conductora? Fue muy cuestionada…

– Mirá, yo quería respetar mi estilo y considero que me adapté bien al formato, más allá de las críticas o mis errores. Esa mezcla de conductora-personaje, desestructura mucho, y mi fin es entretener. Me encantaría conducir en un futuro un programa de entretenimientos.

– Y en teatro ¿Ya pusiste el gancho con alguna compañía teatral? Hay varios en espera…

– Mirá,tuve reuniones pero nada formal. Está definido lo artístico, pero todavía hay que definir lo económico. Los cuadros que me ofrecieron me gustan mucho porque voy a bailar, cantar y divertir al público. Hasta ahora está todo bien, seguramente firme en la semana con alguno de ellos.

– Al igual que Lynch, Graciela Alfano será jurado en las comedias musicales de Tinelli. ¿Siguen peleadas?

– No, lo único que se generó fue un criterio diferente en lo artístico el año pasado. En la obra que hicimos con mi papá queríamos incluir a Matías Alé y ella imponía trabajar juntos. No la convocamos porque su personaje es de sex symbol y nuestra obra era familiar, iba por otro lado.

– Si hay algo que no se puede negar es que Iliana Calabró tiene carisma ¿Innato o se construye?

– Todos lo que trabajamos en el medio tenemos un carisma personal, pero también se necesita de un trabajo soporte. Reconozco que tengo un terreno ganado con mi carisma, pero también ayuda mucho mostrarse tal cual es, no ser hipócrita y reinventarse todo el tiempo.