Mientras encabeza la temporada porteña de Morocha Argentina, la bailarina estuvo en exclusiva con DIARIO DE CUYO y habló de su espectáculo, sus proyectos para el 2010 y las peleas de la farándula que tienen a Sofovich en el ojo de la tormenta. En compañía de su mamá Susana, quien la asiste y acompaña incondicionalmente en sus días de función en el Broadway, Laura Fidalgo se hizo un tiempito para San Juan, entre sus salidas por TV, notas y sus tres escuelas de danza y dejó claro que el profesionalismo persiste en el tiempo, mientras que las explosiones mediáticas, producto de los escándalos, tarde o temprano se desvanecen.
-Quería que la gente conozca otras facetas mías además de la danza, yo me venía preparando pero trabajaba en compañías en las que no me tocaba desempeñarme en otras disciplinas, esta vez quería hacer lo que siento, tengo un lado muy cómico y lo exploto en la obra: soy Caperucita, luego la Mujer Maravilla, me tiro al escenario, me enredo a propósito con el telón, desdoblo mi imagen, eso lo disfruto mucho. Esta bueno generar esa magia en el escenario, canto, bailo, actúo, todo sale desde el alma y es ahí cuando te desnudás completamente.
-Todos los caminos están bien, yo elegí esto porque es mi esencia, prefiero ir de a poco y lograr la solidez que estoy logrando, sentí que tenía que hacer la mía, por todas las devoluciones que recibí durante estos años y me dije que éste era el momento, y ojo que se me hace muy duro porque lo que genero sale de las escuelas y de los bolsillos mío y de mi novio Juan Durán, que también me produce con Omar Calicchio. Con el ambiente no estoy disconforme para nada, he pasado por muchas cosas e inclusive me llamaron para esta temporada Carmen, Moria, Faroni, y se los agradecí, pero aposté a lanzarme sola. Lo que sí me pasa es que valoro el profesionalismo de las personas, más allá de lo mediáticos que sean y siempre me planto desde mi verdad, por eso quizás alguna vez me atacaron, pero viste, ahora ese pobre señor me da una pena…
-A mí no me sorprende que esto le pase a Gerardo, porque yo lo viví y la primera que se le atrevió fui yo. Y ahora, todos los que me criticaron ahora lo están denigrando. Ahora a todos se les cae la careta… una persona que decía "ay papito, ay papito", que prefiero no dar el nombre, que ve una cámara y se hace la buena y es divina y que cuando se apaga yo te puedo jurar lo que es en realidad, ahora está en contra de él, es increíble. Sigo con los juicios contra ambos, igual, más allá de lo legal veo que se están dando a conocer todos ante las cámaras. Me sorprende mucho la hipocresía del medio, que se ve más porque estamos más expuestos.
-Lo conocí en el Bailando último, cuando un día reemplacé a Valeria Lynch en el jurado, todo bien, inclusive él me agradeció por el voto, y le dije que era muy honesta con él, porque con semejante cuerpo es muy armonioso musicalmente, el tema es que tiene onda, y eso pasa en la vida, si no tenés onda no va; Ricardo le puso onda a bailar y lo felicité y me parece que es un fenómeno que divierte, hay que ver qué pasa, igual está bien que haya de todo en el ambiente, lo único que no me banco es la maldad, me jode cuando hay intención mala o mala voluntad y creo que eso tiene que ver con la inseguridad de cada uno. Yo decidí buscar a un elenco de profesionales, y que no hicieran líos mediáticos: Miguel Bandan, que era mi soñador -y dicho sea de paso te comunico que conseguí por mi cuenta el mamógrafo hace poco-, Martín Bustos, Abbamanía, esa es más mi forma, lo otro quizás es más fácil y acapara más atención, pero hay que ver cuánto y cómo duran.
-Yo vuelo constantemente (risas), mi idea es seguir con Morocha Argentina de gira por lo menos hasta julio, también tengo escrito un programa de televisión medio Rafaella Carrá, con musicales súper producidos, al estilo de Chicago, Cats, Sweet Charity, interacción con la familia, con premios para la gente que participe, sketches con figuras importantes; ojalá que pueda conseguir un productor, para que la gente me mire en la tele haciendo humor. Y por supuesto seguiré con mis tres escuelas y con una cuarta que espero abrir en Belgrano; soy una agradecida a Dios por laburar de lo que hago y amo.

