En un hotel en Brasil, una pareja se encontró con una cámara oculta en un enchufe de su habitación, dirigida hacia la cama. La dirección del hotel sugirió que podría haber sido colocada por otro cliente, aunque esto no exime al establecimiento de su responsabilidad de asegurar la privacidad y seguridad de sus habitaciones.

Este incidente llevó a una inspección más amplia, donde se descubrió una segunda cámara oculta en otra habitación.

Este descubrimiento desató una investigación por parte de la Policía Civil, quien ha tomado medidas para analizar los dispositivos encontrados y determinar quién es responsable de su instalación. Mientras tanto, el incidente ha levantado preocupaciones sobre la seguridad y privacidad en alojamientos temporales, poniendo en alerta tanto a autoridades como a futuros huéspedes.