Cada 20 de agosto, los amantes de la gastronomía rinden homenaje a uno de los acompañamientos más populares y queridos en todo el mundo: la papa frita. Este sencillo pero delicioso plato ha logrado trascender fronteras y culturas, convirtiéndose en un verdadero ícono culinario. Su historia, origen y los secretos para prepararlas a la perfección son parte del encanto que rodea a las papas fritas, también conocidas como “french fries” en muchos lugares del mundo.

El origen de las papas fritas

Las papas fritas tienen un origen disputado, con Bélgica y Francia reclamando la creación del plato. Se dice que en Bélgica, durante el siglo XVII, los habitantes solían freír pequeños peces para acompañar sus comidas. Sin embargo, cuando los ríos se congelaban en invierno y no había pescado disponible, comenzaron a freír rodajas de papa en su lugar, dando origen a las papas fritas. Por otro lado, Francia también reivindica la creación, señalando que fueron los vendedores ambulantes de las calles de París quienes popularizaron las “frites” en el siglo XVIII.

A lo largo de los años, las papas fritas han evolucionado y se han adaptado a los gustos y preferencias de cada cultura. Desde las delgadas y crujientes papas estilo francés, hasta las gruesas y suaves papas estilo británico, conocidas como “chips”, cada región ha desarrollado su propia versión de este plato. Incluso, en países como Estados Unidos, las papas fritas han alcanzado un estatus icónico, acompañando hamburguesas y otros platillos en casi cualquier menú de comida rápida.