Fue el juguete estrella del año pasado, fue el asesino de un nene de dos años en Francia. El pequeño Loëvann murió este domingo tras haber sido hospitalizado durante semanas en Lille por haber tragado la pila de litio del juguete, informó el diario La Voix du Nord.

 

El dramático caso comenzó a fines de agosto, cuando los padres de Loëvann estaban de visita en la casa de unos amigos. El nene estaba jugando con otros chicos más grandes y nadie se dio cuenta de que había tragado la batería de un spinner, probablemente al llevarse el juguete a la boca.

 

En un primer momento el pequeño se quejó de un dolor de muelas. Unos tres días después, comenzó a tener problemas para respirar. Sus padres lo llevaron a la guardia y una radio reveló que tenía la pila atascada en el esófago. Mientras tanto, la amiga de los padres encontró un spinner roto en su casa.

 

Los médicos lograron sacar la batería, pero ya había causado grandes daños en el cuerpo del nene. "Este maldito litio siguió devorando todo a su paso" y terminó perforandole el esofago, contó el padre del nene, Florian Gougeon, al canal público France 3.

 

Según explicaron, la batería causó electrolisis, así como una necrosis del esófago y la aorta. Loevänn fue operado con éxito y el pequeño "volvió a hablar, a reírse". Estaba a punto de volver a su casa cuando el domingo pasado sufrió una grave hemorragia interna y murió.

 

"Loëvann peleó hasta el final, es mi superhéroe", declaró su padre. Ahora, el hombre quiere alertar sobre la peligrosidad de la pilas de botón y sobre los spinners.

 

"Pensábamos que los spinners eran solo un juguete divertido. Pero no, aún sin batería, son peligrosos, un niño pequeño puede tragar una parte, estrangularse", declaró.

 

Fuente: TN