Netflix apuesta a la psicología inversa: si me lo prohíben, más lo quiero. Y va ganando ampliamente, porque “Jugando con fuego”, el reality show donde está prohibido el sexo, está haciendo furor en esta cuarentena.

Quizás porque la gente que está aislada en su casa sola, sin pareja, sienta empatía por los participantes, o quizás porque las situaciones hot al límite se conviertan en material para renovar la pasión en las parejas estables, que caen en el aburrimiento de la rutina. Pero por cualquier motivo, es un éxito.

 

Lo cierto es que “Jugando con fuego” ha logrado captar gran cantidad de público, que sigue las historias de los participantes y sufre junto a ellos la imposibilidad de concretar las fantasías amorosas presentes en cada momento de la convivencia.

“En las costas del paraíso, un grupo de solteros sexis se divierte e intenta mantenerse célibe para ganar USD 100 000. ¿Se portarán bien o caerán en la tentación?”: así presenta Netflix el show es su página oficial, planteando a los habitantes de esta isla de las tentaciones una gran disyuntiva: dinero o sexo.