El cielo brindó un espectáculo de auroras australes que pudo apreciarse (y registrarse) desde la Base Belgrano II de la Antártida Argentina.
Las imágenes de este peculiar fenómeno natural fueron tomadas por Leo Peñalosa y enviadas por Gastón Cuesta del Servicio Meteorológico Nacional, según informó el organismo en su cuenta de Twitter.
El fenómeno, también llamado aurora polar, se produce cuando la radiación cósmica del Sol choca contra la magnetósfera del planeta Tierra y puede ser visualizado en invierno. El hemisferio que se encuentra en etapa nocturna, en cuyo polo están las líneas del campo magnético del planeta (generado por el núcleo) almacena esta radiación y cuando ya no se puede guardar más se dispara en forma de radiaciones electromagnéticas sobre la ionosfera, que a su vez crea las luces de colores.
Las partículas del viento solar viajan a una velocidad de entre 490 y 1.000 kilómetros por segundo. Por lo cual, la radiación que impacta contra la Tierra fue emitida, aproximadamente, dos días terrestres atrás.
El oxígeno en la atmósfera es el responsable de los colores de la aurora: las más frecuentes son verdes o amarillas; y también pueden ser rojas o violetas.