El artista ruso radicado en Francia Andrei Molodkin presentó una obra de arte titulada "Dead Man’s Switch" que consiste en una caja fuerte resguardada y repleta de obras de arte de Picasso, Rembrandt y otros nombres así de célebres, que él mismo promete destruir si Julian Assange, el fundador de Wikileaks, muere en la cárcel.
Reconocido por sus polémicas esculturas a las que ha inyectado sangre y aceite, Molodkin presentó los detalles de su más reciente creación, una caja fuerte dentro de una habitación en un lugar vacío de La Raillère, un antiguo balneario en las afueras de Cauterets, que alberga un tesoro de 16 obras de arte, conectada a un mecanismo que podría destruirlas si no se recibe una garantía diaria de que Assange sigue vivo.
"No lo hacemos para destruir esta importante parte de la historia del arte, sino para salvarla, igual que exigimos que se salve a Julian Assange", declaró Molodkin en una entrevista con el periódico inglés The Art Newspaper.
La obra, bautizada "Dead Man’s Switch", es un espacio acorazado de 32 toneladas, especialmente construido para albergar los cuadros de figuras como Picasso, Rembrandt, Chapman y Sarah Lucas, que fueron donadas por coleccionistas y artistas. La particularidad es que esta caja está custodiada por un mecanismo que se puede activar a distancia para destruir todo el contenido alojado en su interior.
"Hay dos temporizadores de cuenta atrás que funcionan las 24 horas del día. Junto a ellos hay un mecanismo capaz de destruir todo lo que haya dentro de la caja fuerte en caso de que no se cumplan las exigencias de Molodkin y el fundador de WikiLeaks muera en la cárcel", informó el medio inglés.
Los temporizadores digitales se activan si no se recibe una confirmación diaria de que Assange sigue vivo, explicó el artista de 57 años: "Si no se recibe ninguna garantía, y la cuenta atrás llega a cero, el mecanismo entra en autodestrucción, convirtiendo el contenido de la caja fuerte en polvo".
La obra llama la atención a poco de la visita de Assange al Tribunal Superior de Londres la próxima semana, que puede resultar el paso previo a su extradición a Estados Unidos, donde se enfrentaría a varios cargos, entre ellos uno de espionaje, que conlleva una pena máxima total de 175 años.
Los cargos se refieren a la publicación de muchos miles de documentos filtrados sobre las guerras de Irak y Afganistán, así como a una serie de reveladores cables diplomáticos. Assange lleva recluido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh desde 2019, encarcelado en una celda tras haberse refugiado previamente en la embajada de Ecuador en Londres, donde pasó siete años.