Allie Dowdle, una joven de Tennessee de 18 años, vive cerca de Memphis, en el sur de los Estados Unidos, donde el racismo persiste con fuerza en ciertos ámbitos. Hace algún tiempo comenzó a salir con Michael Swift, un joven afroamericano de 19 años que brilló jugando al fútbol en la Memphis University School y ahora juega en la Universidad de Clemson, de Carolina del Sur.
“Hace cerca de un año, les conté a mis padres que había comenzado a salir con un chico llamado Michael. Para compartir mi historia con mi familia, les envié una foto junto a él, pero la conversación concluyó abruptamente antes siquiera de comenzar”, contó Allie. “Mi padre no me dio opción: me dijo que no me autorizaba a volver a verme con Michael. ¿Por qué? Por su color de piel. No fue un “no” discreto. Mis padres me gritaron y me dijeron cuán decepcionados estaban y que creían que yo podía buscarme un novio mucho mejor”.
La joven siguió viéndose con Michael discretamente, casi en secreto, cuenta el New York Daily News. Hace un mes, volvió a hablar del tema con sus padres, creyendo que la situación podría haber cambiado. Pero no. “Como tengo 18 años, mis padres optaron por no pasarme más dinero ni financiar mis estudios. Me quitaron mis ahorros personales, mi automóvil, mi celular y mi estipendio para la universidad, dejando que me costee todo por mí misma“, contó Allie su historia al abrir una cuenta en el sitio GoFundMe de recaudación de fondos, con la idea de reunir unos 10 mil dólares. En pocos días superó ese número, y una semana después, ya había juntado USD 34.675.
El padre de Allie, Bill Dowdle, aceptó ante el periódico neoyorkino que el hecho de que su hija estuviera de novia con un joven negro podría “no ser de su preferencia”, por los “asuntos” involucrados en las parejas interraciales en el Sur. Pero dijo que la discusión con su hija no era por motivos “raciales”, sino que había decidido cortarle la financiación, porque se estaba “echando a perder” y necesita “crecer”.
Pero la campaña de Allie se viralizó y fue un éxito. Charles McKinney, profesor asociado del Rhodes College y director del programa Africana de esa escuela, elogió que la joven se hubiera plantado contra el racismo de su familia, pero también dudó de la reacción de la comunidad: “Tendemos a glorificar las manifestaciones individuales mientras perpetuamos las instancias de racismo institucional”.