En Salta, una mujer quiere que legalmente su empleador le permita faltar a su trabajo para cuidar de su mascota, que se encuentra bajo tratamiento por un grave problema de salud.
Silvia Colletti es una ingeniera agrónoma que trabaja en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de la provincia norteña. Comenzó una pelea legal para que la habiliten a no asistir a su empleo para poder asistir a Dharma, su perra, de raza Dachshund, conocida como "salchicha".
"Mi lugar de trabajo está a 25 kilómetros y se me dificultaba. Y no podía dejarla (internada sola) porque era peor el estrés para ella. Entonces la quise inscribir como una hija no humana a cargo, porque esa figura ya existe legalmente, se habla de una familia multiespecie", contó la mujer en Radio 2 de Rosario.
Pero esa solicitud no fue escuchada: "Hice el trámite interno en la institución y quedó en stand by. No lo saben resolver porque no podía poner un DNI. En el trabajo desestimaron la cuestión. Eso hizo que me planteara la situación y que comenzara esta lucha para que sea reconocida formalmente como mi familia, con los derechos que asisten a un niño, por ejemplo, para cuidarlo cuando está enfermo", dijo a América TV.
Colletti realizó "una presentación interna dentro de INTA para que se revea la concepción de familia, les den cabida a las mascotas y tengan los mismos derechos que una persona humana".
Según la ingeniera, su empleador sostiene que su decisión de no otorgarle el permiso que está solicitando está vinculada a "un convenio colectivo de trabajo que no dice nada al respecto". "Hay un debate ético que debe darse", aseguró, y dijo que desea dedicarle tiempo completo a su mascota porque se trata de “una situación de crisis” y no de “ir a colocar una vacuna”.
En la misma línea, afirmó que "con la pandemia muchos perros se han apegado más a sus dueños". "Mucha gente se va a sentir identificada, otros por supuesto no. Yo vivo sola y ella es mi compañía, así que hay un lazo sumamente estrecho", añadió.
Colletti comentó que está en diálogo con un abogado constitucionalista de Buenos Aires que cree que hay chances esperanzadoras. "Se trata de un tema de derechos sobre seres sintientes, no es una cuestión de caprichos ni sensiblerías. Es para casos extremos y por los derechos de ellos, para recibir el bienestar y la salud que se merecen", argumentó.
Fuente: El Sol