El providencial puntapié de su madre salvó a una niña de tres años de ser aplastada por las puertas de un ascensor en Malasia, informa ‘Daily Mail’.

 

La niña estaba entrando en el ascensor, pero se paró justo en el hueco de las puertas. Al no estar dotadas de sensores, estas comenzaron a cerrarse con la pequeña allí. Al darse cuenta de que no le daría tiempo a evitar la tragedia de otra forma, su madre estiró de forma prodigiosa su pierna para tumbar a la menor de un derechazo. Tras la situación, la pequeña sólo atinó a correr confundida hacia su madre.