La imagen se viralizó en las redes sociales durante los últimos días. Y los mensajes alternaron entre la sorpresa y la indignación. La etiqueta de Toro Viejo, definido allí mismo como “el vino clásico de los argentinos”, tenía un detalle que llamó la atención: “procedencia Chile”, se leía en letra destacada. Fue suficiente para generar confusión.

 

Para muchos no hacían falta más pruebas:  el vino elaborado por el complejo bodeguero Fecovita se había transformado en un producto importado de Chile.  “Los mendocinos acaban de inaugurar la geopolítica paradójica. Envasan al clásico Toro Viejo de 120 años de historia con vino chileno”, fue uno de los mensajes en Twitter.

 

Sucede que la etiqueta pone un énfasis especial en los productos locales. “Elaborado con uvas de excelente calidad, de las mejores zonas vitivinícolas. Es ideal para acompañar en la mesa diaria de los argentinos”, dice.

 

Lo explicó Eduardo Sancho, responsable del sector, en su refutación a la embestida “wasapera” que sufrió y, con ello, también lo hizo con los miles de tuits y posteos en Facebook sobre el tema. El dirigente vitivinícola y ex precandidato a vicegobernador por el peronismo aquí, dejó en claro una situación que tiene que ver con la supervivencia del mercado y los puestos laborales y que no acepta nacionalismos.

 

Aclaró que esa y muchas otras bodegas tuvieron que recurrir en los primeros meses del año pasado en una situación “dificilísima” de la vitivinicultura donde aquellos establecimientos que venden vino en forma masiva se vieron empujados a salir a comprar para no desabastecer el mercado produciendo una caída peor del consumo del que se tenga registro. Sancho consideró que “esto se dijo y explicó reiteradamente en ese momento” y se sorprendió que personas supuestamente informadas planteen el debate recién ahora.