Un peluquero de 27 años oriundo de Edinburgo fue encontrado culpable de haber infectado deliberadamente con el virus de HIV a sus amantes gays que conocía mediante una aplicación para concertar citas. Daryll Rowe contagió al menos a cinco hombres del área de Brighton y del Noreste del Reino Unido e intentó hacerle lo mismo a otros cinco, según estableció la justicia británica.

 

Como consecuencia de sus crímenes, Rowe podría enfrentar la prisión perpetua, de acuerdo a lo expuesto por el juez de la Corte de Lewes Crown que lo sentenció. Según lo informado, el peluquero decidió infectar a los amantes que citaba por medio de la app Grindr como “revancha” luego de haberse enterado que era portador del virus en abril de 2015. Desde entonces, el condenado ideó el plan para contagiar a la mayor cantidad posible de hombres con los que tenía sexo circunstancial.

 

Al informársele sobre las posibilidades de supervivencia con el tratamiento adecuado, Rowedescartó las recomendaciones médicas y decidió no tomar medicamentos anti-retrovirales. A partir de entonces, decidió mudarse de Edinburgo hacia Brighton, donde comenzó a ejecutar su plan macabro. Una vez en esa ciudad del sur del Reino Unido, el peluquero -sin lugar dónde vivir- comenzó a concertar citas sexuales con otros hombres a través de la aplicación para celulares de encuentros gays Grindr.

 

El detective Andy Wolstenholme, quien investigó el caso, se mostró satisfecho por la decisión de los jueces. “Es la primera vez que una persona fue acusada y condenada por haber infectado de manera deliberada a otros con HIV. El veredicto de hoy es muy bienvenido”, dijo.

 

 

La primera víctima de Rowe, de acuerdo a los valientes testimonios ofrecidos ante el tribunal, pasó a buscar al peluquero en su automóvil y tuvieron sexo sin protección. Cuando la víctima entró en pánico y no quiso continuar con el acto, el ahora condenado se volvió violento y hostil, según el relato hecho ante la corte. “Estaba en verdad furioso. Lloré durante todo el viaje a mi casa”, recordó el hombre cuya identidad no trascendió. Al no querer concurrir a una segunda cita, Rowe le enviaba sombríos mensajes de texto: “Quizás tengas fiebre. Acabé dentro tuyo y tengo HIV. ¡Hahaha! ¡Ups!”. Pocas semanas después, fue diagnosticado con sida.

 

Una segunda víctima -también alcanzada con Grindr- se negó a tener sexo sin protección. Rowe lo engañó. Le mostró cómo se lo ponía, pero al momento de la penetración se lo sacó. Varios días después, el peluquero le escribió: “Me arranqué el condom. Fuego. Te tengo”.

 

Pero el hombre decidió cambiar la estrategia para continuar infectando a sus desprevenidas víctimas. Compró una serie de preservativos y los “saboteó”. De esa forma, les mostraba a sus amantes que se los colocaba, pero sin que sirviera de mucho. Pero cuando las primeras dos víctimas supieron del cometido del peluquero de Edinburgo, recurrieron a la Policía, quien detuvo por primera vez al resentido delincuente el 5 de febrero de 2016, de acuerdo al diario inglés DailyMail. Las pruebas contra Rowe se multiplicaron y en diciembre de 2016 el arresto fue definitivo.