Los cirujanos tardaron tres horas y media para extirpar 54 kilogramos de tumor ovárico. La mujer de 52 años que pidió preservar su identidad, ya no podía caminar por el tamaño que había alcanzado. Además, también le ocasionaba dificultad para respirar y un dolor intenso en el abdomen.
La paciente también había comenzado a sufrir una anemia grave que le causó niveles muy bajos de hemoglobina, lo que representó otro desafío para el equipo de cirujanos, ya que antes de someterla a la operación se le realizó una transfusión de sangre.
El doctor Arun Prasad, quien dirigió la cirugía en el hospital privado Indraprastha Apollo en Delhi, India, aseguró: "No había visto nada igual en mi carrera en mis 30 años de experiencia. Es un milagro que la mujer se esté recuperando bien después de más de 180 minutos de cirugía".
El tumor alcanzó a representar el 45 por ciento del peso corporal de la mujer. "Tiene suerte de que todos sus órganos hayan seguido funcionando. La presión por el propio peso, podría haber sido fatal", señaló el cirujano.
"Debido a que el tumor era tan grande, todo el tracto intestinal estaba comprimido y aplanado, ejerciendo presión sobre los intestinos y haciendo poniendo en riesgo los ovarios", explicó Prasad. El equipo médico estuvo conformado por especialistas en gastroenterología, ginecología y anestesistas.
"La cirugía tenía que realizarse con la máxima precisión, teniendo en cuenta la extracción perfecta del tumor y, al mismo tiempo, asegurándose de que no se produzcan daños en el ovario o el intestino", remarcó el especialista.
Todos determinaron que no había espacio en el estómago del paciente para hacer laparoscopia, que es la alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta convencional. La intervención tradicional se hizo el 18 de agosto de 2020 y la paciente fue dada de alta el 22.