El gigantesco iceberg A-68A se ha acercado a menos de 100 kilómetros de la isla de San Pedro, o Georgia del Sur, informó la NASA.

Según estimaciones de los científicos, la enorme placa de hielo, que ahora es de unos 3.900 kilómetros cuadrados, ha alcanzado el área de la plataforma de la isla, donde las profundidades son de unos 76 metros. De este modo, puede encallar en el lugar, cambiando por años el clima y el ecosistema de la zona, que sirve como un importante santuario para pingüinos y focas.


Previamente, los investigadores supusieron que, si se detiene en las proximidades de la isla San Pedro, el A-68A puede bloquear rutas de alimentación de esos animales y amenazar la supervivencia de su población. Además, destruiría el ecosistema del fondo marino.

El iceberg está a la deriva desde el 2017, cuando se separó de la barrera de hielo Larsen, que se considera la parte más cálida del continente. Aunque el proceso es natural, se ha acelerado en los últimos años con el calentamiento global. Los trozos de hielo flotantes ponen en peligro las rutas marítimas principales del océano Atlántico, advierte la NASA.

La evolución del desplacimiento de la gigantesca masa de hielo.

La población de pingüinos de San Pedro se estima en decenas de miles y la de focas, en seis millones. En cuanto a las aguas protegidas cercanas a la isla, albergan más especies que las Galápagos.

La isla de San Pedro, otrora de base de balleneros, está actualmente casi inhabitada. Su asentamiento principal, Grytviken, no tiene residentes permanentes. Aunque está bajo control del Reino Unido, es reclamada por Argentina y fue escenario de combates en abril de 1982, durante la Guerra de las Malvinas. 

(Fuentes: Rt, Nasa, Twitter, ElUniversal, Youtube)