Yiota Kouzoukas es una joven que está transitando su último mes de embarazo y no tiene la panza igual a la de la mayoría de las mujeres embarazadas, ya que prácticamente no se le nota. Tras recibir muchas críticas por parte de usuarios de Instagram explicó en unas de sus fotos a qué se debe este fenómeno.

 

“Durante los primeros cuatro meses de embarazo, mi útero estaba retrovertido (inclinado), lo que implica que la tripa me crecía hacia dentro en vez de hacia fuera. A la mayoría de las embarazadas con este tipo de útero, se les ‘endereza’ en torno a la semana 12 y entonces sigue creciendo hacia fuera”, escribió.

 

 

 

 

“Mi útero no se ‘enderezó’ hasta bien entrado el cuarto mes de embarazo debido a la inclinación inicial y a una década padeciendo cicatrices por endometriosis de los ligamentos uterosacros. Básicamente, estos ligamentos son los encargados de mantener el útero ‘dentro’ en vez de ‘fuera’, y por eso durante esos primeros 4 o 5 meses mi tripa era más pequeña que la de la mayoría de las embarazadas”.

 

Dicho esto, una ginecóloga especialista, comunicó que el útero inclinado es una variación anatómica normal, como el color de los ojos o del pelo. Y que la mayoría de las mujeres tienen un útero ligeramente orientado hacia delante (antevertido), hacia la vejiga.

 

 

A su vez, comentó que otra de las razones por las que esta joven transitó en el embarazo y que no favoreció a que este período se desarrollara con total normalidad,  fue que Yiota, tenía el cuerpo muy marcado por sus abdominales, es decir,  una zona abdominal muy fuerte.

 

Sin embargo, la joven, actualmente se encuentra a unos pocos días de dar a luz a su hijo, quien está en perfecto estado al margen de haber sido un embarazo fenomenal.