Un recién nacido promedio suele pesar entre 2,5 y 4 kilos, sin embargo, esto fue casi duplicado por el pequeño Alpha, que de pequeño realmente no tiene nada. Al momento de llegar al mundo, el niño marcó 6,7 kilogramos en la balanza, lo que lo posicionó entre los bebés más “pesados” del Reino Unido.

Cuando la dulce espera de Cherral Mitchell y su esposo Tyson llegó a su fin, acudieron al Hospital John Radcliffe de Oxford, para darle la bienvenida a su tercer hijo. Sin embargo, cuando empezó el parto, las enfermeras se dieron cuenta de que el tamaño de la criatura era un poco anormal, es decir, se acercaba algo “grandecito”.

Tal es así que llamaron a la jefa del departamento para que “de una mano” y fue ella quien con ayuda del personal presente, sacaron a Alpha del vientre de su madre. La sorpresa no fue solo del staff médico, ya que su padre también estaba anodado cuando comenzó la coronación. "Todo el mundo se reía cuando salía la cabeza. Mi marido Tyson decía: ‘Oh, Dios mío, es muy grande’", confesó Mitchell y agregó que “había dos enfermeras tirando, una intentaba empujarle para sacarle".

Esta nueva madre tres también comentó que "no pensábamos que fuera a ser tan grande". "Las enfermeras dijeron que tenía que ser el bebé más grande y estuvieron buscando en sus teléfonos en Google", añadió.

Con su importante peso, Alpha ingresó en la terna de los recién nacidos más grandes del Reino Unido. Solo se ubica por detrás de Guy Carr (nació en 1992 y pesó 7,03 kilos) y de George King, que llegó al mundo en 2013 con la balanza marcando 7 kilos.