La cuarentena por coronavirus modificó los hábitos de vida de millones de personas alrededor del mundo. En Argentina, el presidente Alberto Fernández decretó el confinamiento obligatorio el 20 de marzo y desde entonces, el país sigue atravesando un proceso de Distanciamiento Social con mayor grado de apertura.
Lo cierto es que mientras Europa atraviesa la segunda ola, el país transita en menor medida uno de los periodos más largos de aislamiento a nivel mundial con consecuencias abruptas en la economía, la salud mental y los hábitos de vida.
En ese marco, el Observatorio de Psicología Social Aplicada (OSPA), de la Facultad de Psicología de la UBA, analizó los efectos del encierro en la población y reveló que el 80% de los argentinos admitió que su vida sexual “empeoró”.
Además, según explicaron los especialistas, “las personas más jóvenes tienen más síntomas que las personas mayores”.
La vida sexual de los argentinos empeoró durante la pandemia
“Las personas de menor edad afrontan estresores mayores característicos del ciclo vital, incertidumbre en cuanto a la vivienda, inserción profesional, laboral, parejas menos consolidadas, embarazos e hijos pequeños”, dice el documento que difundió la Facultad de Psicología sobre la encuesta denominada “Crisis Coronavirus”.
En ese sentido, coincidieron en que mientras la población mayor “percibió al Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) como una protección frente al riego”, los más jóvenes consideran que el aislamiento dejó “un saldo negativo entre lo perdido y postergado”.
Asimismo, se destacó que los efectos de la cuarentena en los jóvenes reflejó “menos beneficio y mayor costo”.