
Agentes de la policía de Taiwán detuvieron al conductor de un Lamborghini Murciélago SV Lin para revisar su documentación y descubrieron que la placa de su deportivo pertenecía, en realidad, a otro coche.
El vehículo fue confiscado como lo indican las leyes locales y llevado a un depósito de coches.
Al transcurrir tres años el auto de lujo fue destruido sin piedad por la Policía. El momento en que el auto fue destrozado fue compartido en YouTube, causando gran malestar entre los usuarios de redes sociales.
