¿Quién dijo que para el amor hay límites? ¿O virus que lo detenga? Así lo demostró Nick Avtges, un abuelo de 88 años que no tuvo vértigo que lo frenara a la hora de subirse a una grúa para poder ver a su esposa. Ella actualmente se encuentra aislada en un geriátrico que, como tantos otros en Estados Unidos, tuvo que cerrar sus puertas por la temible pandemia del coronavirus.

El emotivo e insólito hecho se produjo en la ciudad de Massachusetts a instancia de Chris Avtges, hijo de don Nick. A él fue a quien se le ocurrió la idea de usar esta opción fuera de lo común para que su padre pueda reunirse con su mujer, Marion Avtges, de 85 años.

Pero para lograrlo debió hacer varios pasos, empezando por pedir ayuda a través de las redes sociales. Posteriormente habló con el director del asilo, quien le dio su aprobación para que se concretara su sueño de que su papá y su mamá pudieran verse, al menos desde una ventana. 

 

En su muro de Facebook, su nieta Sydney Avtges escribía: “Mi abuelo no pudo visitar a la abuela desde que su hogar de ancianos cerró debido al COVID-19, así que por el gran poder de la mente de Avtges mi papá (y amigos) pudieron organizar un camión de cubo para que pudieran verse!!! Algo de contenido saludable en medio de la cuarentena”.

Finalmente, Nick logró su comentido: pudo tocar las manos de Marian a través de la ventana. Es más: el hombre ya tiene planes, porque según comentó que "cuando esto de la pandemia pase" saldrá de vacaciones con su mujer.