Las personas tienen muchos aspectos y rasgos que los caracterizan. Algunos de estos son más visibles como el carácter y sus matices, pero otros, dicen mucho aunque no se les preste atención. Uno de los ejemplos más claros de estos es la firma, individual de cada uno. Saber cómo firma cada persona puede darnos a conocer muchas cosas.
Con un test basado en los principios básicos de la grafología, el estudio de las firmas, se pueden conocer patrones de la personalidad del autor. Si se quiere hacer el examen, es recomendable tomar una hoja de papel y poner el autógrafo allí para poder observar las características de esta.
Lo primero que hay que observar es el ángulo. Si es ascendente, la persona tiende a ser más optimista, enfocada y enérgica. Un símbolo recto es de alguien más reservado y moderado en sus formas. El descenso puede ser una señal de un individuo escéptico y pesimista.
El tamaño también es un indicio de la confianza que se tiene de uno mismo. Cuando es excesivamente grande, se puede vincular con un cierto narcisismo. Mientras que si es pequeña, hay una enajenación palpable y una falta de amor propio. Una divertida prueba para ver la propia autoestima es intentar hacer la firma de distintos tamaños y ver con cuál se siente más cómodo.
Fuente: Mitre