Un grupo de biólogos del estado de Florida capturó en el Bosque Estatal Picayune Strand una serpiente pitón de Birmania de 97,5 kilos y 5,4 metros de largo, según informó la organización Conservancy of Southwest Florida en un comunicado de prensa.
Cabe destacar, que se trata del ejemplar más grande del que se tiene registro en dicho estado estadounidense hasta la fecha y se necesitaron hasta tres personas para cargar con la enorme serpiente. De hecho, su cabeza medía casi 15 centímetros desde la punta del hocico hasta la parte posterior del cráneo.
El ejemplar, una hembra, fue capturada y sacrificada el pasado mes de diciembre y permaneció inmersa en hielo en un congelador hasta el mes de abril, momento en el que se procedió a realizar una necropsia, en tanto, el cadáver tardó 48 horas en descongelarse.
Al abrir el gigantesco ejemplar, los investigadores descubrieron que, ocultos en su cuerpo, había 122 huevos en desarrollo, la mayor cantidad jamás encontrada dentro de una pitón.
En cualquier caso, pudieron comprobar que los huevos no habían sido aún fertilizados. Además de los huevos, los científicos descubrieron que la pitón tenía núcleos de pezuñas y pedacitos de piel en su tracto digestivo, lo que indica que su última comida fue un venado de cola blanca adulto.
La muerte de esta pitón ayudará a los investigadores a conocer más sobre estas escurridizas criaturas que han eludido a los científicos desde que llegaron a Estados Unidos en la década de 1970.
Este tipo de serpientes son nativas del sudeste asiático, pero llegaron a Florida como mascotas, cuyos dueños abandonaron después en los pantanos, provocando su rápida reproducción y, al ser tan invasivas, provocaron la merma de cientos de especies de mamíferos autóctonos.
Para erradicarlas se creó un programa estatal en 2013 y desde entonces se capturaron más de 1.000 ejemplares de pitón, una zona de unas 25.900 hectáreas en el suroeste de Florida. Tras su estudio se documentaron 24 especies de mamíferos, 47 especies de aves y dos de reptiles en los estómagos de los pitones.
Fuente: Crónica