Las medidas impuestas por los gobiernos para prevenir el avance del coronavirus ha traído consecuencias positivas para el medioambiente: aire con menos contaminación, animales libres sin amenazas, océanos más limpios y calmos.
Los investigadores han descubierto una caída significativa en la contaminación acústica submarina, específicamente los sonidos de baja frecuencia asociados con los barcos, lo que lleva a pensar que la crisis sanitaria podría ser una buena noticia para las ballenas y otras criaturas marinas.
El descubrimiento lo realizaron al estudiar las señales de sonido subacuáticas en tiempo real de los observatorios de los fondos marinos administrados por Ocean Networks Canadá, cerca del puerto de Vancouver. Ha disminuído el ruido tanto de las profundidades del océanos como de la costa. David Barclay, profesor asistente de oceanografía en la Universidad de Dalhousie y autor principal del estudio, explicó que esto se detecta desde el 1 de enero, un cambio de cuatro o cinco decibelios en el período hasta el 1 de abril.
Michelle Fournet, una acústica marina de la Universidad de Cornell que estudia ballenas jorobadas en el sureste de Alaska, dijo que "estamos enfrentando un gran momento de verdad”. Abril generalmente marca el comienzo de la temporada de cruceros en el estado, pero la actual crisis de sanitaria lo ha detenido.