“Messi paga 8 a que gana el Balón de Oro, ¿real?”, preguntó Siro Ruiz, un joven oriundo de Balcarce, en el grupo de WhatsApp de sus amigos. Sin esperar que alguno de ellos le respondiera, y en la previa del evento que se llevó a cabo el lunes por la noche en París, decidió invertir $20.000 en dicha apuesta con el anhelo de obtener $160.000 en el caso de que el mejor jugador del mundo obtuviese el premio, hecho que finalmente ocurrió.
Rodrigo, uno de sus amigos, respondió al instante: “Ni en pedo, ¿dónde? Le apuesto ya mismo”. Otro contestó: “Es demasiado”. Siro se aventuró ante un escenario prometedor y envió la captura de su apuesta realizada, sin percatarse del inédito e insólito error que había cometido.
Matías, otro integrante del grupo de WhatsApp, decidió publicar en su cuenta de Twitter las capturas del diálogo entre todos que luego se volvió viral: “Realmente no puede ser esto”, escribió.
Siro no se percató de que la apuesta que estaba realizando era para el año que viene: $20.000 que se multiplicarán por ocho si el futbolista de Inter Miami logra su noveno Balón de Oro en 2024.
“Vi una cuota grande y me mandé de una, sin mirar. Pensé que la iban a cambiar. La realidad es que quiero ir a Río de Janeiro a ver a Boca y con unos amigos tenemos pensado hacerlo en auto, entonces dije ‘listo, me salvo los gastos’”, contó Siro.
El joven continuó: “Cuando lo puse en el grupo no lo podía creer. Uno me puso que lea bien, así que no me quedó otra opción que irme del grupo para no soportar las burlas”.
Entre risas, Siro agregó: “Me senté en el sillón y no lo podía creer. Encima iba a obtener $160.000 y nosotros estipulamos que el viaje a Brasil nos va a costar cerca de $200.000 cada uno”.
Siro, que vende camisetas de fútbol e indumentaria deportiva en Instagram, es parte de la peña de Boca en Balcarce y sostuvo que a pesar de no tener entrada para ver la final de la Copa Libertadores siente que debe estar ahí y hacer hasta lo imposible para ingresar al Maracaná.
“Antes apostaba más, ahora no tanto. Está claro que soy bastante malo”, dijo Siro, entre risas. Y completó: “Cuando pasó un rato mis amigos me volvieron a agregar al grupo en WhatsApp y continuaron cargándome. Mi familia aún no sabe nada, cuando los vea les contaré”.