El uso obligatorio de los llamados “tapabocas”, o barbijos, en gran parte del país desató en los últimos días pequeños problemas inesperados que fueron expresados por los usuarios, especialmente en las redes sociales. Uno de los más frecuentes surgió de quienes usan anteojos: cómo resolver la dificultad que se genera cuando los vidrios de las lentes se empañan por el uso de esta protección ante el coronavirus.

Alguien en la red social Twitter escribió, un poco en broma: “El uso de barbijo nos va a salvar de la muerte por coronavirus pero vamos a morir cruzando una calle con los vidrios de los anteojos empañados”.

Cientos de comentarios circularon en las redes sociales en las últimas horas, sobre todo a partir de que tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la Provincia se anunciara la obligatoriedad del uso de “barbijos caseros”.

En ese contexto, un médico cirujano cordobés, cuya identidad se desconoce, grabó un video que se convirtió en furor porque aportó una solución simple para este dilema. “Les voy a pasar un truquito para todos aquellos que usen lentes”, anunció el hombre, que relató que a él mismo le pasó de ser víctima de los vidrios empañados: “Con el barbijo puesto me ha pasado que me ha parado la policía con los lentes empañados”.

“Es algo muy simple, nosotros los cirujanos lo que hacemos es pasarle jabón seco al lente, adelante y atrás, y luego con la funda seca de los lentes le sacamos el jabón”, explicó, y aclaró que el método casero funciona para cualquier tipo de lentes, desde los recetados hasta los que protegen del sol.

Inmediatamente, el médico exhibió la forma en que él lo hace con sus propios anteojos. “Listo, se acabó el problema, ya no se te va a empañar más", demostró. Y recomendó aplicar este método “dos o tres veces al día”.

Además, desmitificó otra idea: "Y olvidate de lo que te enseñaron cuando eras chico; lo de escupir el lente para que no se empañe, eso ya está, ya fue”.

“Ya falta menos, quedate en casa”, cerró el médico su explicación.

No fue el único. La misma explicación dio en Twitter una colega suya. “¿Cómo hacer que no se empañen los anteojos usando barbijo?”, se preguntó Mariana De Santis, instrumentadora quirúrgica. Y respondió en el mismo tuit: “Se pasa un jabón seco (que no se usó) por ambas lentes, luego se pasa un trapo limpio y seco. Listo. Fuente: soy instrumentadora quirúrgica y uso anteojos”. Las recomendaciones provocaron que decenas de usuarios expresaran su agradecimiento y alivio.

En tanto, la Sociedad Argentina de Oftalmología y el Consejo Argentino de Oftalmología lanzaron la campaña “#ProtegéTambienTusOjos” para alertar que, si bien los principales canales de infección de la Covid-19 son la boca y la nariz, el coronavirus también puede tomar el organismo humano a través de los ojos: “Es posible que el coronavirus cause una conjuntivitis y que sea el primer síntoma, pero es extremadamente inusual. Si alguien sufre una conjuntivitis, no se alarme. Simplemente llame a su médico oftalmólogo".

Antes de la llegada del coronavirus al mundo, el Departamento de Policía Metropolitana de Tokio, Japón, comunicó dos formas de evitar que se empañen los anteojos ante el uso de mascarilla: una es simplemente doblar un cuarto del tapaboca en la parte de arriba antes de usarla. El otro, colocar un pañuelo en la parte superior de la máscara, justo sobre el puente de la nariz.

Sin embargo, esta técnica es riesgosa en el medio de la pandemia por Covid-19, ya que los especialistas recomiendan que el tapaboca cubra toda la nariz, la boca y el mentón, por lo que si al doblar el barbijo se expone parte de la nariz no es recomendable su uso. Tampoco funciona con aquellas mascarillas que tienen una pieza de metal en el borde superior, ya que dejará un espacio libre para que el vapor empañe las lentes.

El Gobierno porteño, de todos modos, prohibió la comercialización de los barbijos sanitarios N95 a cualquier persona que no acredite ser profesional o personal del servicio de salud y a las personas jurídicas que no tengan por objeto la prestación de ese servicio, con el objetivo de no desabastecer el mercado porque hay escasez.

Dado que la disponibilidad de barbijos quirúrgicos es limitada, existen alternativas para generar herramientas de uso comunitario, como cobertores de tela. Si bien los barbijos caseros no son equivalentes a barbijos quirúrgicos, estos últimos son suministros críticos que deben continuar reservados para los trabajadores de la salud y todos los que se encuentran en la primera línea de atención a la población, que por el alto riesgo que enfrentan, son la prioridad.

Cada miembro del equipo de salud que contrae Covid-19 no solo se expone al riesgo de complicaciones, sino que también debe abandonar el trabajo por varias semanas, lo que debilita la capacidad de respuesta del sistema sanitario frente al avance del virus.

De acuerdo al Ministerio de Salud, el uso del barbijo casero puede ser de utilidad para proteger a otras personas justo antes de que se presenten los síntomas. Si la persona padece Covid-19 (o si se sospecha que puede tenerlo) debe utilizar un barbijo quirúrgico y cumplir con todas las normas de aislamiento sanitario para reducir el riesgo de transmitir el virus a otras personas.