Mañana martes la Argentina asumirá la presidencia del Mercosur, inaugurando una etapa en la que el presidente Mauricio Macri intentará reorientar el rumbo de este bloque económico, para alcanzar algunos objetivos como el postergado acuerdo con la Unión Europea, en el que se sigue insistiendo a pesar del poco convencimiento de los países del viejo mundo -entre ellos Francia y Alemania- y de lo poco favorable que resulta para la región el esquema de intercambio que se pretende llevar a cabo.

El Mercado Común del Sur al que le corresponde la sigla Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y que tiene como países asociados a Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú) es un bloque regional que actualmente no está pasando por su mejor momento, ya que las políticas de comercialización de cada uno de los países miembros atraviesan por una etapa de falta de definiciones que hacen que el bloque no esté funcionando en la medida de lo esperado.

La expectativa que genera la asunción del nuevo presidente de Brasil, Jail Bolsonaro, el próximo 1 de enero, está vinculada en gran medida a la actitud que tomará el mandatario en relación al futuro del Mercosur. La mayoría de los observadores creen que Bolsonaro planea otorgar mayor felxibilidad en torno al Mercosur, posibilitando una mayor cantidad de acuerdos bilaterales con diferentes países. Sería una suerte de proteccionismo que Bolsonaro ya había insinuado en su campaña electoral, como una forma de recuperar el poder económico que siempre caracterizó a Brasil. En esta misma línea, Uruguay está considerando la posibilidad de reclamar su independencia para discutir unilateralmente un acuerdo, lo que en la práctica implicaría el fin de la unión aduanera que contempla el Mercosur.

A la Argentina le convendría considerar estas líneas de acción, ya que podría resultar muy conveniente dejar de lado la dependencia de un bloque que no está consustanciado con su accionar y que tampoco facilita los vínculos comerciales, ya que no ofrece el mismo volumen que se ve obligado a importar de otros bloques económicos.

Antes que el Mercosur sería más provechoso para nuestro país formar parte de la Alianza del Pacífico, mecanismo de articulación política, económica y de cooperación e integración entre Chile, Colombia, México y Perú. Se ha comprobado que esta alianza ofrece mejores condiciones para comercializar internacionalmente y que puede ser una buena alternativa ante la ineficiencia del Mercosur.