La idea de crear el Servicio Cívico Voluntario en Valores, como una herramienta que ofrece la oportunidad de formar de manera integral a los jóvenes de entre 16 y 20 años que ni estudian ni trabajan, surge como una efectiva solución a la difícil tarea de encausar a este grupo etario por los caminos que lo conduzca a su inserción social dentro de la comunidad.

Desde el anuncio de esta nueva modalidad por parte del Ministerio de Seguridad, que encabeza Patricia Bullrich, hubo una serie de especulaciones referidos a sus objetivos, ya que la mayoría lo vinculaba directamente con el Servicio Militar Obligatorio, al haberse dispuesto que será Gendarmería Nacional la fuerza que ofrecerá su infraestructura y recursos humanos para instrumentarlo.

Lo que en realidad se busca con este servicio es brindar la oportunidad de que esos jóvenes, además de internalizar valores democráticos y republicanos asuman un compromiso cívico a través del conocimiento de sus derechos y responsabilidades y de sus capacidades y potencialidades, conforme lo expresa la resolución 598/2019 que es la que ha dado lugar a la creación de esta formación.
El Servicio Cívico Voluntario ya había sido debatido en el Congreso Nacional hace algunos años, pero luego de algunos infructuosos intentos por lograr su sanción quedó en espera hasta este año en que nuevamente se le dio el impulso necesario para que sea aprobado por mayoría. La iniciativa fue presentada originalmente por el senador mendocino Julio Cobos, cuando era vicepresidente de la Nación, y buscaba llevar a nivel nacional algo que había implementado con cierto éxito en Mendoza durante su gobernación.

El destino de los jóvenes que ni estudian ni trabajan es una de las grandes preocupaciones de la sociedad actual ya que se trata de un sector muy vulnerable proclive a una serie de problemas como las adicciones o la delincuencia. Orientar a estos grupos a asumir la responsabilidad de ser parte de su comunidad, integrándose de una forma efectiva mediante el aprendizaje de normas de conductas y de oficios que puedan ser de utilidad, son la base de este nuevo nivel de instrucción que no será de tiempo completo, ya que los inscriptos concurrirán una vez por semana a algunos de los seis destacamentos que han sido habilitados dentro de una prueba piloto que durará cuatro meses.

Se trata de un primer paso destinado a recuperar a un sector de nuestra juventud que necesita orientación y medios para desarrollar sus capacidades y potencialidad.