En momentos que a nivel nacional se sigue debatiendo el tema de la despenalización del aborto, que ya consiguió media sanción de la Cámara de Diputados, faltando su tratamiento en Senadores, en esta misma época del año pasado, en nuestra provincia, se trabajaba arduamente en la implementación del programa "Mis primeros mil días”, que ofrece asistencia a la madre embarazada y al niño desde el momento de la concepción y hasta los dos años de edad. El anuncio fue formulado durante el acto de apertura del período de sesiones ordinarias de la Cámara de Diputados, y durante los meses de junio y julio se realizaron los ajustes a fin de que en el tercer trimestre del año se pusiera en marcha.

Mis primeros mil días es un programa de control médico y nutricional con el que se pretende evitar complicaciones, tanto en la etapa de gestación como después del nacimiento, ofreciéndole al niño recién nacido, y hasta los dos primeros años de vida, las condiciones necesarias para un normal crecimiento y desarrollo. Es importante destacar el período de vigencia de este programa, que está siendo observado como una experiencia piloto por el resto del país, ya que coincide con el de la gestación tratando que se desarrolle sin inconvenientes.

Sectores vinculados con las corrientes que no están a favor de la despenalización del aborto sostienen que antes de autorizar la interrupción del proceso de gestación, las mujeres embarazadas necesitan acceder a una alimentación libre, segura y gratuita, para ellas y sus bebés en gestación. También señalan que hay pruebas de que muchas de ellas no tienen la posibilidad de contar con todas las comidas, perdiendo la posibilidad de alcanzar un equilibrio nutricional adecuado. En relación a la asistencia médica proponen que se asegure que la mujer embarazada, como también los niños recién nacidos tengan acceso a la salud libre, segura y gratuita. En la actualidad hay mujeres embarazadas que pasan varias horas de espera en los hospitales públicos de diversos lugares del país, y muchas llegan al parto sin siquiera una ecografía, como una prueba de desigualdad con otras mujeres que si tienen acceso a todos esos servicios.

Cada uno de estos aspectos están contemplados en "Mis primeros mil días” lo que lo hace un programa de vanguardia a la hora de proteger la salud y los derechos que tiene tanto la madre como el niño.

Más allá del resultado final que tenga el debate legislativo, es necesario que se considere lo importante que resulta garantizar la igualdad de oportunidades en el proceso de nacimiento y desarrollo de un niño.