El yacimiento paleontológico de Baldes de Leyes-Las Torrecitas, donde fueron encontrados los fósiles perteneciente al dinosaurio gigante más antiguo del mundo, fue descubierto accidentalmente en 2015, pero este hallazgo recién tomó trascendencia el año pasado cuando científicos de la UNSJ determinaron la importancia del descubrimiento. Desde ese momento, se consideró la necesidad de proteger el área, que pertenece a Caucete y que tiene una superficie de 94.403 hectáreas.

La primera acción consistió en una declaración del Concejo Deliberante de la Municipalidad de Caucete, por lo que la zona es considerada actualmente como reserva natural municipal. Con esto se pretende limitar el ingreso de gente a ese sitio y la práctica de algunas actividades que pueden ocasionar daños en el área. La norma municipal también determina que los restos paleontológicos denominados "Ingentia Prima", que corresponden al dinosaurio más grande jamás descubierto, son de dominio municipal y, por lo tanto, cualquier aprovechamiento debe contar con la participación de la comuna departamental.

El descubrimiento de Baldes de Leyes es muy importante a nivel mundial, porque modifica la época del surgimiento del gigantismo de los dinosaurios. Hasta hace poco se creía que el gigantismo había surgido durante el período Jurásico, hace unos 180 millones de años, pero se ha establecido que el "Ingentia Prima" vivió mucho antes, entre los 205 y 210 millones de años.

Por otra parte, entre los investigadores existe el convencimiento que Baldes de Leyes será en poco tiempo más tan importante como Ischigualasto. Si bien no hay punto de comparación, ya que el yacimiento caucetero viene a completar lo que falta en el Valle de la Luna, el desarrollo de ambos posibilitará a la provincia contar con un circuito turístico de los dinosaurios, que podría ser sumado a las huellas de titanosaurios en Huaco y el registro de los vertebrados del Jurásico que está en Mogna.

La reciente declaración de "reserva natural estricta" por parte de la Cámara de Diputados de la provincia, abre un nuevo capítulo ante la necesidad de otorgar un marco legal apropiado a este fenomenal descubrimiento. Es el camino hacia otro objetivo; obtener la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, lo que lo convertiría en el décimo sitio con esa categoría en el país, posibilitándoles fondos y recursos para su conservación, en momentos que el país tiene problemas financieros para este tipo de erogaciones.