La poderosa y cuestionada Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos, una entidad civil que alienta el uso de armas para la defensa personal de acuerdo a una enmienda constitucional de 1791, ha sido declarada como una organización de "terrorismo doméstico” por la Junta de Supervisores de la Ciudad de San Francisco, California. Se trata de la primera condena oficial a este influyente grupo ligado a sectores empresarios y políticos, en particular del Partido Republicano.
La Junta aprobó la medida por unanimidad y urgió a otros municipios a seguir su ejemplo ya que la NRA (la sigla en inglés) incita a la violencia, desinforma y difunde propaganda sobre el uso de armas de fuego lo que constituye una grave amenaza para la población. El organismo comunal también acusa a la asociación de conspirar para limitar la investigación sobre violencia armada y restringir el intercambio de información para esclarecer los hechos sangrientos que crecen en ese país.
Además se acusa a la entidad de bloquear toda iniciativa que lleve a legislar para la prevención de la violencia armada, ya sean normas locales, estatales o federales. Las consecuencias de esta intromisión la califica de "epidemia de violencia armada”, que deja anualmente más de 36.000 muertes y 10.000 heridos graves. Los últimos acontecimientos fueron con 7 muertos en Texas, justo al cumplirse un mes del tiroteo que dejó 22 víctimas fatales en El Paso.
Si bien en todo el mundo existen personas violentas que protagonizan ilícitos, sólo en EEUU tienen acceso inmediato a las armas de asalto de gran potencia porque la ley lo permite, como también la asociación que protege ese derecho argumentando que es constitucional, según lo remarca la respuesta de la NRA. Es cierto que la Carta Fundacional de EEUU de 1791 tiene una enmienda que dice: "Como es necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”.
Cinco siglos después la ley sigue intacta y ningún gobierno ha conseguido doblegar los enormes intereses políticos y económicos que protegen a la industria armamentista norteamericana. En aquella época la era del sable de caballería llegaba a su fin y las 13 colonias que se expandían hacia el Oeste basaban su poder de conquista en armas de fuego que disparaban un solo tiro y llevaba su tiempo llenarlas de pólvora, meter la bala y martillarlas.
Parece increíble la vigencia de esta norma en la nación más poderosa de la Tierra, que ha desarrollado hasta armas de destrucción masiva.
