El cambio climático es un fenómeno instalado e indiscutible que está incidiendo en todo el mundo en la disponibilidad de agua, tanto destinada a la producción como para el consumo humano. Para afrontar esta crisis generalizada los distintos países y regiones están recurriendo a medidas innovadoras y de resolución urgente a fin de encontrar soluciones que ayuden a mitigar una sequía, que ya está provocando serios inconvenientes en todos los órdenes de la vida.

Como es conocido, nuestra provincia y la región de Cuyo dependen en gran medida del recurso hídrico que se genera gracias a las nevadas en la alta cordillera. Una disminución de las precipitaciones níveas en las últimas temporadas hizo que el agua comience a escasear y que se tengan que tomar medidas para optimizar su uso. En San Juan, además de destinarse recursos para mejorar la red de riego, mediante el impermeabilizado y limpieza de canales; proyectar la instalación de medidores para controlar el consumo, junto a recomendaciones para la población, y disponer de un cronograma de riego para evitar el desembalse de los diques, también se ha recurrido a estudios técnicos para determinar el estado de las cuencas hídricas y prever el impacto de la crisis hídrica. Esto último se está haciendo a través de la Conae (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) en coordinación con el INA (Instituto Nacional del Agua) el INTA y la UNSJ. También hay un convenio con una empresa israelí, para un Plan Maestro de Conservación y Gestión del Agua, para monitorear los recursos disponibles.

Pero no sólo de este lado de la cordillera se intenta hacer frente a la falta de agua. En relación a un fenómeno regional Chile también afronta con dureza un período de escasez hídrica que está afectando al 60% de su territorio. En este contexto, sus autoridades a través de la Gerencia de Sustentabilidad de la Fundación Chile -organismo público-privado de desarrollo tecnológico- encararon una serie de acciones con las que buscan optimizar el uso del agua, minimizando el desperdicio del recurso. El país vecino está demostrando gran preocupación y, a la vez, capacidad tecnológica en el desarrollo de soluciones como el reúso de aguas tratadas o la limpieza del agua para que pueda volver a ocuparse, tanto en procesos industriales como en el riego. No obstante, los técnicos reconocen que a pesar de los avances, Chile todavía está atrasado en relación a países como Singapur, Israel, Estados Unidos y China, donde la escasez hídrica está declarada y cuentan con métodos para obtener el agua que necesitan.

Otra alternativa para contar con agua para actividades económicas como la agricultura, es la de la desalación del agua de mar o agua salobre. En ciudades como Antofagasta, el 85% de la población se abastece con agua desalada, una solución efectiva para afrontar la actual sequía. Todo un ejemplo de una manera práctica de afrontar el problema utilizando recursos que se disponen, en una acción a tener en cuenta.