Sin lugar a dudas, la imagen que se llevan los turistas de la capital de un país como de una provincia es el reflejo de lo que van a contar a sus coterráneos. Si nos referimos a San Juan, sabemos que todos los caminos conducen a la capital. Es el lugar por donde transitan decenas de miles de personas por día, de toda la provincia como visitantes nacionales y extranjeros. Por tal motivo, merece una especial atención en cuanto a su mantenimiento, higiene e incluso una continua modernización, presentación de eventos, agenda cultural que no se limite solo al fin de semana, actividades deportivas y otras actividades. Similar apreciación se tiene en los demás departamentos.
Se puede ver que por desgracia todavía hay pegatinas y leyendas políticas en paredes públicas como privadas, que ni los partidos políticos ni los municipios se encargaron de limpiar.
Si bien es cierto que la nueva gestión capitalina lleva menos de un mes al frente del municipio. También es cierto que la limpieza de los espacios públicos debe ser prioridad número uno para cualquier administración, con el fin de evitar plagas de insectos como moscas, mosquitos y vinchucas, entre otras. Lo mismo que el cuidado de la arboleda pública.
Una casa limpia y ordenada es un placer disfrutar y volver a visitar. Con nuestra capital pasa lo mismo. Las fuentes de agua están todas dañadas desde hace tiempo. Incluso ahora se sumó la de la Plaza 25 de Mayo, que hace algunos meses fue restaurada, lo mismo que el paseo en general. Precisamente, estas fuentes eran un gran atractivo para los sanjuaninos e incluso los colectivos con turistas pasaban por esos lugares para mostrarles a los visitantes esos atractivos que desde hace tiempo no se pueden disfrutar, por falta de voluntad política.
Es insólito que esta fuente de agua del principal paseo de la ciudad, los sanjuaninos y turistas la vean deteriorada. Justo allí, donde llegan cientos de visitantes en los doce meses del año. También las estatuas y monumentos están en condiciones paupérrimas. Basta con observar el monumento a Salvador María del Carril, en la Plaza de Desamparados, algo que de manera insistente hacen referencia los lectores de este diario, por decir a modo de ejemplo. Lo mismo ocurre en Chimbas y Rawson, pese a la preocupación del intendente en esta última.
Estamos ante la presencia de una situación que se puede revertir, con un cambio de mentalidad, con un cambio cultural. Es decir, hacer de la provincia un gran atractivo, primero para disfrute de todos los sanjuaninos y luego para los visitantes que quieren ver una ciudad pujante, con un marcado y constante progreso.
Es de esperar que esta gestión cambie esa mentalidad chata de décadas de poco crecimiento, en atractivos que sean disfrutados por los que la transitan todos los días. Y que con esa actitud se desparrame en todos los departamentos de la provincia esa necesidad de mostrar la mejor cara, para orgullo de todos quienes viven en esta tierra de paz, amor, trabajo y progreso.
