Entre los tantos desafíos que afronta la educación en estos tiempos, la optimización de las prácticas profesionalizantes para los alumnos que se encuentran en la última etapa del nivel secundario y que pertenecen, principalmente, a escuelas de enseñanza técnica, es una de las tareas que merecen especial atención a los fines de lograr una efectiva articulación entre la escuela y las empresas privadas o los sitios donde los alumnos puedan cumplir con este requerimiento. Todas las experiencias realizadas en el país, en este sentido, desde hace más de 40 años muestran que no es sencillo conciliar las expectativas del sector productivo con las del sector educativo, y es por ello que se debe trabajar arduamente en generar un sistema que contribuya con ambos sectores.

El magíster en educación y docente universitario en psicopedagogía Fernando Cazas destaca la importancia que tienen las prácticas profesionalizantes para completar el proceso de enseñanza de las escuelas técnicas y señala que este tema será uno de los grandes desafíos que las autoridades educativas deberán intentar resolver en bien del desarrollo del conocimiento de los alumnos llevado a la práctica, que después se les pide que demuestren.

Las prácticas profesionalizantes son estrategias y actividades formativas que como parte de la propuesta curricular tiene como objetivo que los estudiantes consoliden capacidades y saberes vinculados al perfil profesional en el que se están formando.

En la provincia de San Juan, el ministerio de Educación concretó a fines del año pasado alrededor de 200 convenios con empresas del medio que han sido digitalizados y volcados a un software para tenerlos a disposición y utilizarlos en la búsqueda de sitios para las prácticas. Al sistema hay que optimizarlo para que cumpla con el fin específico, pero se considera que con el tiempo se contará con una importante herramienta en el avance para que las prácticas se generalicen efectivamente. En una acción que no es uniforme, este año se han producido algunas designaciones de alumnos que están cumpliendo con horas de prácticas en algunas empresas o establecimientos. 

Si bien en 2018 el gobierno de la ciudad de Buenos Aires implementó un sistema de prácticas en ámbitos laborales para alumnos de nivel medio que resultó muy polémico por los pro y contra que desencadenó, esa no fue la primera vez que en Argentina se intentó un acercamiento entre la escuela secundaria y el sector productivo. En la segunda mitad de la década del ’70 se puso en marcha el Plan Dual que sumaba un año más de cursado a los estudiantes para realizar prácticas en empresas públicas y privadas, y en los ’90, el gobierno nacional impulsó la realización de prácticas y pasantías en empresas privadas mediante la articulación escuela-empresa.

La esencia de las prácticas profesionalizantes está en considerar que la escuela media debe servir para que los estudiantes se puedan insertar con éxito en el mundo laboral, en función de que hay que formar jóvenes para el trabajo, un principio que las nuevas autoridades educativas deberán apuntalar o modificar.