El fenómeno económico de Paraguay ha sido calificado por su éxito de diferentes maneras, a tal punto que algunos sectores han llegado a denominarlo el "tigre sudamericano", en comparación a los "tigres" o "dragones" asiáticos representados por las economías de Corea, Hong Kong, Singapur y Taiwán, que adquirieron la categoría de potencias entre 1945 y 1990, en el contexto de la guerra fría.
Paraguay hay surgido estos últimos años dentro de Sudamérica como un país que ha mantenido su orden y ha intentado crear las condiciones apropiadas para que la economía se desarrolle de una forma espontánea diferenciándose de todos los demás países de la región. De ahí que este fenómeno económico cada vez llame más la atención de propios y extraños que ven cómo los países vecinos han comenzado a elegirlo como destino de sus inversiones.
Sin estruendosas medidas y con mucha perseverancia en 15 años duplicó su PBI y mantiene controlada la inflación. La última medición de junio del IPC (Índice de Precios al Consumidor) fue del -0,3%, de manera que la inflación acumulada en 2023 llega a 2,2%, con una estimación que no supera el 5% para fin de año. También ha logrado que los impuestos estén relativamente bajos y que haya libertad para importar y exportar, facilitando el movimiento de capitales, que es uno de los factores que atraen principalmente a los argentinos. Esto hace que la economía crezca en un promedio anual de casi el 4% desde hace más de diez años. En ese período el déficit fiscal rara vez perforó el equivalente al 1,5% del PBI. La moneda paraguaya, el guaraní, cumple 80 años y es una de los más estables de la región y los índices de pobreza bajaron en forma consistente: era del 34% en 2012 y en 2022 rondan el 26%. Los datos socioeconómicos vienen mejorando año tras año y eso se traduce en una clase media que crece año tras año.
Gracias a este comportamiento, Paraguay está a punto de recibir la calificación de "investment grade" -grado de inversión- que es una calificación otorgada a un país sobre una evaluación concedida por las agencias calificadoras de riesgo crediticio que toman en cuenta la deuda gubernamental, la libertad de prensa y la distribución de la renta. También se tiene en cuenta la inflación, el equilibrio fiscal, crecimiento del PBI, nivel de reservas internacionales y aspectos socioeconómicos.
Hay que tener en cuenta que la economía paraguaya es relativamente pequeña y abierta. Altamente dependiente de la producción agropecuaria y el comercio exterior. En este contexto las exportaciones de soja y carne vacuna alcanza un poco más del 40 %, seguida de otros productos también agropecuarios pero en menor proporción. El orden y la confianza han sido la base de este fenómeno que es observado con admiración por países que podrían tener similar comportamiento.
