Junto al presidente Alberto Fernández, la ministra de Economía de la Nación, Silvina Batakis, cumplirá a partir del miércoles 26 del corriente una misión oficial en Estados Unidos de Norteamérica en la que intentará imponer a las autoridades de ese país sobre la realidad por la que está atravesando la Argentina en este último tramo de la actual gestión de gobierno, en una etapa que está resultando crucial para el futuro de la nación al atravesar uno de sus peores momentos económicos-financieros. Será una forma de recuperar la oportunidad perdida durante la Cumbre de las Américas, encuentro que no fue aprovechado para analizar la crucial situación por la que atraviesan varios países americanos, entre ellos la Argentina. 

Definir el apoyo del país del Norte será una de las tareas más arduas, después de una serie posiciones asumidas por la Argentina en diversos temas internacionales. La ministra deberá obtener del presidente norteamericano Joe Biden el compromiso de apoyar el plan propuesto al asumir sus funciones, que apunta fundamentalmente a equilibrar la situación del país y generar mejores condiciones para aumentar la productividad, uno de los factores esenciales para sacar al país de la complicada situación de endeudamiento en la que se encuentra. 

El apoyo norteamericano otorgaría la posibilidad de que la Argentina vaya encontrando un equilibrio en varios aspectos de su vida económica necesario para que el país se ordene y vaya generando mejores condiciones para alentar la producción y el trabajo. Hay que corregir situaciones como por ejemplo que las actividades económicas estén gravadas por 170 impuestos o que la capacidad productiva termine confiscada por retenciones u otros gravámenes impositivos que han ido creciendo paulatinamente. 

Batakis también debe convencer a las autoridades norteamericanas de que el país está asumiendo una férrea voluntad de bajar los costos de producción y exportación y de aplicar sistemas que promuevan el desarrollo en todos los ámbitos vinculados al crecimiento y desarrollo del país. De todos estos planteos deben surgir las bases para alcanzar un estado de tranquilidad fiscal que genere buenas condiciones para invertir y consecuentemente atraer los capitales que en los últimos años se han mostrado esquivos de llegar al país. 

La Argentina necesita en forma urgente un apoyo extraordinario para salir adelante, una especie de ‘dador de sangre” para una transfusión de la cual depende la vida de un país que está en un mal estado de salud. 

El restablecimientos de vínculos comerciales o económicos con EEUU deben ser bien planteados en todos los aspectos para que todo esto no quede solo en manifestaciones de buena voluntad. El apoyo debe ser efectivo, con sólidas bases para recobrar la confianza entre ambas naciones.