Movimientos feministas, proabortistas e inescrupulosos diputados postulan el aborto legal, asestando un duro golpe al vientre. Frente a ello surge la pregunta ¿Qué hay de legal en el aborto? ¿Acaso la decisión de una madre de decidir sobre su cuerpo?, entonces ¿Decide sobre su cuerpo o sobre una vida que no es la suya? ¿Qué hay de cierto en procurar por el aborto una verdadera profilaxis para salvar una vida cuando lo que siempre dice una madre es salven primero a mi hijo? ¿Es que acaso alguna mujer no quiere reconocer al recién concebido como hijo? Todas estas preguntas que nada tienen que ver ni con las creencias, ni con intereses institucionales y menos aún con planteos especulativos, simplemente, tienen que ver con la defensa de la vida.

Algún caso que pueda citarse de violación, peligro de muerte o tantos otros para nada tienen que ver con el niño que se está gestando pues él no sabe por qué ni cómo viene a la vida, simplemente se abre camino para existir dentro de un fenómeno que debe ser aceptado como lo que es: un proceso de concepción regido por la naturaleza, cuyo mecanismo es conocido gracias a los avances científicos, pero que todavía encierra un halo de misterio dentro de lo que significa el origen de la vida.

Por otro lado ¿qué inconvenientes hay en proponer una educación preventiva para todos los jóvenes y adolescentes antes que una educación sexual cualquiera sea?, es decir, ¿qué sabe un adolescente o joven más que el sentir deseo o pasión de tener una relación sin pensar absolutamente lo que ella representa para la vida? Entonces ¿hay que abortar? ¿hay que interrumpir la vida? o ¿hay que educar para una relación responsable? Estas son las preguntas que nos debemos formular antes de tomar una decisión sobre la legalización del aborto.

Hay millones de padres que confían en la educación que reciben sus hijos, ya sea en el seno familiar o en las instituciones educativas. Pero ante esta situación, y este tema en particular, será necesario que arriben a definiciones que no atenten contra la idiosincrasia del argentino que, fundamentalmente, es defensor de la vida por sobre intereses circunstanciales de una época conflictiva. De la misma forma y en ese mismo sentido funcionarios y legisladores deberán pronunciarse oportunamente.

Habrá que seguir paso a paso el tratamiento que se le dará a este tema tan controvertido, que nos otorga la posibilidad de ejercer una vez más la defensa por la vida.