Por estos días se ha dicho mucho sobre las posibilidades de desarrollo de la minería local, en relación a los proyectos de cobre, litio y grafito que están en nuestro suelo en la etapa de exploración, con la esperanza de que pronto comiencen a ser explotados. Pero más allá del entusiasmo propio que esto genera no hay que olvidar un sector de la minería que desde hace tiempo viene trabajando arduamente para consolidar una posición que no le es fácil mantener. Se trata del sector calero que en nuestra provincia está representado por unas 6 empresas que concentran el 90% de la producción, quedando el 10% restante a cargo de pequeños empresarios propietarios de los denominados hornos criollos que cada vez tiene más inconveniente para subsistir.
Los problemas que afronta desde hace un tiempo el sector calero local están vinculados a la pérdida de competitividad con empresas de otras provincias y, fundamentalmente, de Chile. Los caleros sanjuaninos para ser competitivos y consolidar su desarrollo deben ajustar sus niveles de producción a los costos de las energías que consumen, ya sea gas o electricidad. Las variaciones de estos servicios inciden directamente en el precio de la cal, y si estos se disparan se pierde terreno ante empresas caleras chilenas que están compitiendo en forma permanente. El sector no pretende ayudas especiales, sino que de una vez por todas se reduzca la carga impositiva que rige sobre la actividad y que se mejoren las vías de salida de la producción para obtener una reducción en el costo de los fletes.
Hay que tener en cuenta que por contar con hornos de alta tecnología y materia prima de gran calidad, las caleras sanjuaninas están catalogadas entre las más importantes del país. Los métodos de calcinación que utilizan son de primer nivel, lo que hace que las cales locales sean altamente apreciadas por los sectores que tienen a este mineral no metalífero como base de sus respectivos procesos productivos. La siderurgia y la potabilización del agua son algunas de las actividades que emplean este producto que está saliendo de San Juan a razón de unas 300.000 toneladas anuales, con destino a Buenos Aires, Chile y Uruguay.
Los principales departamentos caleros son Sarmiento, con la actividad centrada en Los Berros, pero también en Divisadero y Cieneguita; Albardón, en el Villicum; Zonda, en la Sierra Chica, y en Jáchal. El sector emplea a casi 3.000 trabajadores en forma directa y otros tantos en forma indirecta.
La competencia con otras empresas de afuera de la provincia y del país como la firma Cemento Bio Bio SA, de Chile ha hecho que las caleras sanjuaninas hayan logrado un importante grado de avance tecnológico que ahora debe ser complementado con mejores condiciones para el sector, especialmente respecto a los costos logísticos, y para ello hay que seguir trabajando en mejorar la infraestructura y los servicios.
