Todos los años para la época de cosecha y acarreo de la vid se renuevan los reclamos, en distintos puntos de la provincia, por el mal estado de la red vial conformada por caminos o calles rurales. Pero no sólo los viñateros afrontan este problema, los demás agricultores como los chacareros también tienen numerosos inconvenientes con algunas calles que, a pesar de recibir algún mantenimiento, al poco tiempo se encuentran nuevamente deterioradas impidiendo, en algunos casos, el normal acceso a los camiones que transportan la producción agrícola desde las chacras hasta los centros de venta, ya sea dentro o fuera de la provincia.

Los departamentos con mayor cantidad de calles rurales y mayor actividad agrícola son Sarmiento, Caucete, 9 de Julio, 25 de Mayo, San Martín, Angaco, Albardón, Rawson y Pocito, entre otros que tienen menos circuitos agrícolas para recorrer. En cada uno de estos casos hay caminos que pertenecen a Vialidad Provincial y otros a los municipios departamentales, por lo que el nivel de mantenimiento puede variar conforme a los planes de cada uno de estos organismo público.

Toda época del año es buena para comenzar a mejorar la red vial de la zona rural o de los circuitos agrícolas, ya que la producción es cíclica y, prácticamente, todo el año se la está transportando desde su lugar de origen a los centros concentradores de frutas y hortalizas o ferias en las que se expenden este tipo de productos. 

El arreglo de estas calles figura entre las obras de mayor necesidad que debe encarar la provincia, ya que de ella depende la normal comercialización de los productos de las chacras y, consecuentemente, de la mano de obra que se utiliza en toda época del año.

Entre los circuitos que merecen mayor atención en estas tareas de mantenimiento está el de Médano de Oro, que incluye a la zona rural de Rawson y Pocito. En este lugar hay sectores donde el deterioro es tal que todavía quedan vestigios del terremoto de 1977. 

En la zona de Pozo de los Algarrobos, en Caucete el mantenimiento no alcanza para que la totalidad de las calles de este circuito se consideren en óptimo estado. Algo parecido sucede entre 25 de Mayo y 9 de Julio o San Martín y Angaco.

Todo esfuerzo que se haga para garantizar un tránsito más fluido y seguro de vehículos de carga como camiones o camionetas, de uso común en las zonas rurales, no debe tomarse como un gasto, sino una inversión pensada en el efecto multiplicador que tienen las actividades rurales.