De un tiempo a esta parte, la crónica diaria es recurrente en informar casos de violencia de género que en ocasiones resultan asombrosos, por sus características e implicancias, al darse en los más diversos ámbitos, sin distinción de niveles sociales, económicos o culturales. Por curioso que parezca este planteo, desde la época de la pandemia, en que se produjo el obligado confinamiento, los casos fueron incrementándose a tal punto que luego de la liberación de actividades siguieron creciendo. En la actualidad casi no hay día en que no se conozca un caso de violencia de género, entendiendo a este fenómeno como el ejercicio de violencia física, psicológica, sexual e institucional ejercida contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su orientación sexual. Es decir que no es sólo sobre el género femenino, sino que puede ser sobre cualquier otro grupo o sector sobre el que se ejerce predominio y maltrato.
Las estadísticas del Registro Nacional de Femicidios señalan que durante el 2021 hubo 251 víctimas letales de violencia de género en todo el país. En tanto en San Juan durante la última década fueron asesinadas 20 mujeres, quedando 25 niños sin sus madres.
La lucha contra la violencia de género en nuestra provincia, como en el resto del país, ha dado lugar a la creación de organismos competentes como el Cavig, Centro de Abordaje y Contención a las Víctimas de Violencia Intrafamiliar y de Género. También a nivel nacional hay un cuerpo de abogados para víctimas de violencia de género que brinda patrocinio jurídico gratuito integral a personas que atraviesan violencia doméstica y abuso sexual, garantizando su derecho de acceso a la justicia.
Aunque la forma más evidente de la violencia de género es la física, existen 4 tipos más: la violencia psicológica, violencia sexual, violencia económica y violencia emocional. El tratamiento de cada una de ellas se dificulta cuando persiste la negativa de la víctima a denunciar al abusador, como también esconder estas situaciones en lo íntimo para que no trasciendan a la sociedad, mientras se las soporta con resignación.
En el análisis de las causas de la violencia de género está la llave para avanzar en su abordaje, ya que es uno de los males que más afecta a la sociedad en general. Se ha llegado a establecer que este tipo de violencia está alentado por el uso de drogas, el consumo de alcohol, el erotismo que se observa por los medios audiovisuales y en las redes sociales y por la exaltación del predominio de un género sobre el otro, haciéndolo ver como algo normal.
Para hacer que los casos disminuyan es necesario que los organismos competentes, especialmente del área de Desarrollo Humano, se involucren más en este fenómeno en una forma preventiva y no esperando que el hecho se consuma para intentar solucionarlo, porque puede ser demasiado tarde.
