Desde mediados del siglo pasado la población mundial comenzó un paulatino ascenso en las expectativas de vida gracias a los avances de la ciencia médica y mejores hábitos destinados a preservar su salud. Mientras más habitantes tiene un país, crecen los desequilibrios que plantean las cifras de los adultos mayores con respecto a la población económicamente activa. En otras palabras hay menor fuerza laboral y más costos previsionales, según la cantidad de habitantes.
China, el país más poblado del mundo es consciente de los riesgos demográficos y ha tomado medidas drásticas, como eliminar la política del hijo único, permitiendo un segundo descendiente a partir de 2015. Aún así, los mayores de 65 años serán el 30% de la población total dentro de treinta años contra el 11,9% de 2018, y con aumento de los costos previsionales y una presión sin precedentes en las familias para hacerse cargo de los ancianos.
La ecuación preocupa a Pekín porque el descenso de población, unido al envejecimiento, hará que el número de personas en edad de trabajar -15 a 59 años- caiga hasta los 700 millones en 2050, de los actuales 897,3 millones. Este panorama apura cambios en el modelo productivo por la desaparición de una fuerza laboral barata y masiva, clave del crecimiento chino. A la vez se prevé aumentar la edad jubilatoria para mantener en actividad a unos 100 millones de trabajadores mayores.
Las últimas proyecciones de las Naciones Unidas y en particular de la Cepal, indican que la Argentina alcanzará un máximo histórico poblacional en 2085 con unos 59.300.000 habitantes y luego comenzará a disminuir hasta 58.575.000 personas en 2100 del próximo siglo, por una baja tasa de natalidad reflejada en la caída de la población de 0 a 14 años de edad.
El crecimiento de la humanidad será imparable, aunque muy lento a partir de las próximas décadas, pero se triplicará en ese tiempo la cantidad de personas con más de 80 años, en tanto para el año 2100 Asia y África concentrarán el 80% de la población mundial. El continente negro alcanzaría los 4.386.591.069 habitantes en el próximo siglo, un 270% más que en 2015 y más de cinco veces el porcentaje promedio de crecimiento poblacional del planeta.
Las proyecciones del aumento de población por mayor expectativa de vida, se hacen en base a la actualidad, sin tener en cuenta la evolución tecnológica y científica que dispondrán las futuras generaciones. Ahora no sorprende que alguien festeje sus 100 años de vida.
