A pesar de los adelantos experimentados por la medicina moderna, las enfermedades infectocontagiosas continúan siendo un factor de riesgo para la salud de la población, que debe tomar las mayores precauciones para evitar su contagio y propagación ya que, como ha quedado demostrado durante la pandemia del covid-19, estas patologías son capaces de poner seriamente en peligro a toda la humanidad.

En nuestro país y en nuestra provincia en particular hay varias enfermedades infectocontagiosas con posibilidades de convertirse en epidemias, que deben ser controladas en forma permanente tanto por los organismos oficiales vinculados a la salud pública como por los particulares, que deben tomar todas las medidas de prevención para evitar que la gente contraiga esas enfermedades y luego las contagie a otros tantos desencadenando una crisis sanitaria de graves consecuencias y grandes dimensiones.

Además del covid-19, entre las enfermedades infectocontagiosas más comunes en San Juan está el dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti; el chagas, que se propaga a través del parásito Trypanosoma cruzi; la fiebre amarilla, transmitida por mosquitos infestados, al igual que la chikungunya, entre otras enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos, moscas y vinchucas, insectos que ponen en riesgo a la población de toda la región.

Se conoce que una enfermedad infectocontagiosa es causada por un microorganismo que puede ser transmitido de una persona a otra. Estos pueden ser un virus, una bacteria, un protozoario o un hongo, y reciben también el nombre de patógenos. Su transmisión se produce a través de agentes vectores como insectos, animales autóctonos, o de persona a persona. Es en esta etapa donde radica la necesidad de extremar los cuidados para que los patógenos no se propaguen sobre determinados sectores de la población poniendo en riesgo a mucha gente.

Se ha determinado que más del 60% de las enfermedades infecciosas que afectan a los humanos tienen su origen en animales y a las vez que el 75% de las nuevas enfermedades animales son zoonóticas (que pasan de los animales a personas). Los ejemplos más claros de enfermedades zoonóticas son el ébola, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) y el covid-19.

Afrontamos una realidad ineludible y es que las enfermedades infecciosas se desplazan junto con las personas y los animales sin consideración de fronteras, por lo que hay que prestar especial atención a esta posibilidad que hace vulnerables a varias regiones y que puede llegar a facilitar las epidemias y pandemias.

Como ha coincidido la mayoría de los científicos, estamos a las puertas de un riesgo latente para la humanidad generado por el peligro que representan este tipo de enfermedades. Dado que estas evolucionan constantemente, la ciencia y la medicina también tienen que evolucionar. La otra alternativa es que la población se mantenga en alerta ante el surgimiento de casos y además de prevenir su contagio mediante medidas preventivas recurra a la vacunación como la manera más efectiva de protegerse.