En los últimos tres gobiernos nacionales no se adoptó una política económica, ni fiscal ni laboral, acertadas ni se prestó atención al déficit y a la emisión descontrolada. El gobierno de Alberto Fernández abordó el exceso de gasto público con emisión, la inflación con controles de precios y la desocupación, protegiendo y aumentando los costos de los despidos imponiendo indemnizaciones, o disminución de la jornada laboral y otras causales que perjudicaron a las pymes, que quedaron a merced de un Poder Judicial adicto a castigar al empresario.
Estos errores políticos y conceptuales impidieron abordar una modernización de las relaciones laborales que beneficiaran la producción, la eficiencia, las exportaciones y evitar la desocupación para generar más puestos de trabajo. Se dejó de lado la seguridad jurídica, la previsibilidad económica, que facilitaba la creación de empleo en el sector privado. La informalidad en este sector avanzó a cuatro de cada diez trabajadores, superando a los que están registrados.
La actual administración del presidente Javier Milei se ha pronunciado por una modernización laboral prevista en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que ya está en vigencia, dentro de una serie de desregulaciones y supresiones de organismos y oficinas públicas que sólo generan mayores costos burocráticos a la actividad privada.
En cuanto a la política laboral contempla una modernización tendiente a solucionar errores y altos costos que producían los excesos de protección, prohibiendo despidos o imponiendo la multiplicación de indemnizaciones que terminaban siendo impagables para las empresas medianas y pequeñas, provocando su desaparición o la decisión de no aumentar su plantel de mano de obra.
La reforma propuesta favorece la reducción de los costos no salariales, incentivar la contratación de trabajadores, apoyar la capacitación de la mano de obra para el primer empleo, compartir la cuenta de sueldos que monopolizan la entidades bancarias, incorporando las billeteras electrónicas. Además, la extensión del periodo de prueba en los juicios laborales, de tres a ocho meses; considera injurias graves los bloqueos o los impedimentos e intimidaciones de acceso a las empresas; consentimiento expreso para descuento de cuotas o servicios prestados por mutuales. Estas disposiciones y otras sólo tienden a facilitar el desenvolvimiento de estas relaciones, favoreciendo el aumento de empleos, para disminuir la desocupación y la pobreza.
Otra incorporación que prevé la reforma es el reemplazo del sistema actual de indemnización por despido por un fondo de garantía, existente desde hace muchos años en el gremio de la construcción del cual se tomaría los puntos esenciales, pero aseguraría a los trabajadores que pierdan el empleo la posibilidad de seguir cobrando una suma equivalente a su sueldo hasta que consigan otro puesto laboral. El actual convenio consiste en que el empleador aporte el 12% del salario del trabajador durante el primer año de la relación y 8% a partir del segundo año y los deposite en una cuenta bancaria que generará intereses y quedan a disposición del trabajador. Esta propuesta en la nueva reglamentación prevista en el DNU estará sujeta a la negociación colectiva.
Esta enumeración de errores y los propósitos de enmienda expresados por el actual presidente, reflejan la actitud que adoptaremos frente a la adversidad, un interrogante que permanentemente se debe resolver no sólo en este tema sino en otros que son complementarios, como los alcances previstos en materia fiscal y la reestructuración del ente de recaudación de impuestos, de los que no conocemos más que su enunciación y son necesarios para un sinceramiento más profundo de la crisis en la que se encuentra el país, y también bases sólidas para su comprensión.
Las mejoras dependerán de la madurez del sindicalismo y empresarios, de la necesidad de diálogo, para proponer, escuchar, evitar la confrontación, la agresión o intransigencia y saber contestar con humildad y fundamentos sólidos, que favorezcan la seguridad jurídica y la necesidad imperiosa de mejorar la situación de todos los argentinos.
