Próximos al inicio de las clases y en medio de un panorama que por diversos motivos se presenta controvertido, es necesario que todos los sectores que intervienen en el ámbito educativo hagan su contribución para que los chicos puedan comenzar el próximo lunes 4 de marzo sus actividades escolares con absoluta normalidad.
A los alumnos hay que garantizarles el ingreso o la vuelta a las aulas desde el primer día, para poder completar al término del año con los 190 días de clases que se han establecido como mínimo para alcanzar uno de los requerimientos necesarios para que los chicos puedan aprender todos los conocimientos previstos en los programas educativos. Los estudiantes deben aprender a incorporar contenidos como base de una formación integral que los lleve a desarrollar una educación de excelencia en medio de un proceso de formación que los proyecte con una muy buena base desde la enseñanza primaria a la enseñanza media y superior.
Facilitar el inicio del ciclo lectivo implica que al momento de comenzar a asistir a clases no se les impongan a los alumnos, ni a los padres, exigencias vinculadas a vestimenta, útiles escolares, libros, material didáctico y otros elementos que se suelen pedir al comienzo de clases, pero que recién se comienzan a utilizar efectivamente dentro de dos o tres meses. Hay padres que se apresuran a comprarles a sus hijos todos los elementos que incluye la canasta escolar, lo que implica un gran sacrificio económico que no todos están en condiciones de hacerlo.
En lo que todavía es temporada de verano los chicos pueden concurrir a la escuela con ropa muy liviana y ajustar la compra de vestimenta para que estos no sea un impedimento que haga que los niños no vayan a clases en las primeras semanas.
El inicio de actividades por parte de los docentes es otro factor a tener en cuenta. Más allá de que se llegue o no a un acuerdo salarial, los maestros como parte esencial de la tarea educativa deben contribuir con su esfuerzo para que las clases comiencen y no haya interrupciones desde un principio.
Tener la posibilidad de desarrollar en forma completa el programa educativo de cada nivel, sin apresuramientos de último momento, sin que la cuestión salarial sea determinante, debe ser una de las más grandes satisfacciones para cualquier docente que ha encarado esta profesión con vocación.
El tema de la infraestructura escolar es un asunto que más allá de algunas excepciones, no debería presentar un problema mayor ya que tanto el gobierno provincial con fondos propios, y algunas comunidades educativas con beneficios y recaudaciones entre miembros de la comunidad están contribuyendo para que las escuelas estén en buenas condiciones y las clases puedan iniciarse puntualmente.
Todos juntos, cada uno haciendo su aporte, se conseguirá que las clases comiencen puntuales y que los estudiantes puedan tener un año normal en medio de una situación complicada que, es de esperar, se irá recomponiendo a medida que transcurra el año.