El hábito de la limpieza corresponde a una conducta que debe ser inculcada desde muy pequeños y en cada uno de los hogares, si es que queremos que después trascienda a otros ámbitos, como los espacios públicos en donde se organizan diversos tipos de eventos. Se ha observado en los últimos tiempos que los sanjuaninos no tenemos muy incorporado ese hábito, y que somos proclives a dejar grandes cantidades de residuos en los lugares a los que asistimos. Los esfuerzos que en ocasiones realizan algunas organizaciones, o el que efectúan los municipios colocando papeleros o depósitos de residuos no siempre son correspondidos por un público que arroja envases de plástico o envoltorios de nylon en cualquier sitio, en una acción que contamina el ambiente y que después se hace difícil controlar.

De ahora en más sería conveniente seguir insistiendo en la necesidad de preservar la limpieza urbana en plazas, espacios verdes y demás predios, en los que se organizan eventos, a fin de ir creando conciencia de que el ambiente debe ser conservado y cuidado entre todos.