Las afecciones respiratorias, como la neumonía, la bronquiolitis y la influenza experimentan un incremento notable en esta época del año debido a que los virus y bacterias encuentran un ambiente propicio para su propagación cuando las personas tienden a pasar más tiempo en espacios cerrados y con menor ventilación. Pero, en la opinión de los expertos existen formas de prevenirlas o, al menos, atenuarlas con una seria de acciones como una correcta higiene, un esquema de vacunación completo y una correcta nutrición.
Según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Salud Argentina en el Boletín Epidemiológico Nacional N.661 SE 28 – 2023, se llevan registrados hasta ahora en el país 531.596 casos de ETI (Enfermedad Tipo Influenza), 89.031 casos de Neumonía, 117.836 casos de Bronquiolitis en menores de dos años y 10.131 casos de Infección respiratoria aguda internada (IRAG). Asimismo se reveló que la positividad calculada para la Semana Epidemiológica (SE) 28 – 2023, en las Unidades de Monitoreo Ambulatorio es de 9,47% para SARS-CoV-2, 16,46% para Influenza y VSR 2,70%, entre las muestras analizadas por rt-PCR. Además, en lo que va de año, se registraron 43 personas fallecidas con diagnóstico de Influenza.
Según especialistas en enfermedades respiratorias puede observarse que las enfermedades más comunes durante esta época del año son la neumonía con un 40% de casos positivos, la bronquiolitis 30% e Influenza, 20%. Estas enfermedades representan no solo un riesgo para la salud, sino que además, los grupos como los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunológicos debilitados o enfermedades preexistentes como la diabetes, hipertensión e inmunodepresión pueden verse aún más afectados.
Para prevenir estas enfermedades estacionales, los profesionales de la salud coinciden en algunas recomendaciones básicas cuyo seguimiento dan buenos resultados: La vacunación contra la gripe, previa consulta a un médico, es una estrategia clave para protegerse y reducir la propagación del virus. Lo mismo que la limpieza e higiene con el lavado de manos con agua y jabón, la utilización de desinfectantes y el mantenimiento limpio de espacios compartidos. También es conveniente una alimentación equilibrada y una ventilación adecuada de espacios cerrados, evitando cambios bruscos de temperaturas al ingresar a ambientes calefaccionados. Por último asistir a los centros de atención primaria de la salud para el seguimiento de estas patologías.
Además de todas las medidas de prevención es aconsejable estar atentos a las señales de alerta que podrían indicar una enfermedad más grave que una simple gripe o resfriado. Si se experimentan síntomas persistentes como fiebre alta, dificultad respiratoria, dolor en el pecho, o empeoramiento progresivo de la condición general, se debe buscar atención médica de inmediato. Estos signos podrían indicar complicaciones que requieren una evaluación y tratamiento oportunos.